La crema de calabaza es uno de esos platos que evocan el calor del hogar y el cariño de las abuelas. En Catalunya, esta receta se ha convertido en un clásico, especialmente en los días fríos de otoño e invierno. Con unos pocos ingredientes y algunos trucos, es posible lograr una crema deliciosa y llena de sabor.
La sopa favorita de las abuelas catalanas
Para hacer una crema de calabaza al estilo de las abuelas catalanas, los ingredientes principales son sencillos y económicos:
- Calabaza (de preferencia la variedad violín, por su dulzura y cremosidad),
- Cebolla
- Zanahoria
- Patata
- Aceite de oliva virgen extra
- Sal
- Pimienta
- Caldo de verduras o agua.
Primero, es importante preparar bien los ingredientes. La calabaza debe pelarse y cortarse en trozos medianos, al igual que la cebolla, la zanahoria y la patata. A continuación, se calienta un poco de aceite en una olla grande y se sofríen la cebolla y la zanahoria hasta que la cebolla esté transparente y un poco dorada. Este paso inicial de sofrito es esencial para obtener una base de sabor profundo en la crema.
Cuando la cebolla y la zanahoria ya están bien doradas, se añaden los trozos de calabaza y patata. La calabaza se rehoga junto a las otras verduras para potenciar su sabor natural, y luego se vierte caldo de verduras o agua hasta cubrir todos los ingredientes, añadiendo una pizca de sal. A fuego lento, se cocina la mezcla durante aproximadamente unos 20 a 25 minutos, hasta que todos los ingredientes estén bien tiernos.
Después de la cocción, la olla se retira del fuego y se tritura todo con una batidora, creando una crema suave y homogénea. Si la consistencia resulta muy espesa, se puede añadir un poco más de caldo o agua hasta que quede al gusto, y ajustar el punto de sal y pimienta.
Los trucos de la receta te acabarán de dar el punto exacto de sabor
Las abuelas catalanas suelen añadir algunos trucos especiales a esta receta. Uno de ellos es dorar la calabaza en el horno antes de añadirla a la olla, ya que esto carameliza su azúcar natural y da un toque dulce y ahumado. Otro truco es agregar un chorrito de leche o nata en el último momento, lo cual aumenta la cremosidad de la textura. Para servirla, muchas optan por añadir picatostes crujientes o unos cuantos piñones o almendras tostadas, que aportan un toque crujiente y delicioso. La crema de calabaza es mucho más que un plato sencillo; es una muestra de tradición y cariño que, con estos trucos, puede quedar tan deliciosa como la que hacen las abuelas.