El suflé de Lhardy es una deliciosa y emblemática receta de la cocina española que ha perdurado a lo largo de los años como un verdadero clásico. Este exquisito plato, conocido por su textura esponjosa y su sabor irresistible, tiene un origen sorprendente que se remonta al siglo XIX y está vinculado a uno de los establecimientos gastronómicos más emblemáticos de Madrid: el histórico restaurante Lhardy.
Fundado en 1839 por el empresario francés Émile Lhardy, el restaurante Lhardy se convirtió rápidamente en un punto de encuentro para la alta sociedad madrileña y una referencia culinaria en la capital española. Su menú variado y refinado ofrecía platos de la cocina francesa y española, incluyendo el famoso suflé, que se convirtió en uno de los platos estrella del establecimiento.
Este exquisito plato es conocido por su textura esponjosa y su sabor irresistible
La receta original del suflé de Lhardy es una combinación perfecta de técnicas culinarias francesas y productos españoles de alta calidad. Consiste en una base de salsa bechamel enriquecida con queso, yemas de huevo y especias, a la que se agregan claras de huevo batidas a punto de nieve para lograr esa característica ligereza y esponjosidad. El soufflé se hornea hasta que adquiere un dorado perfecto en la superficie y una textura suave y aireada en el interior.
Lo que hace que el suflé de Lhardy sea aún más especial es su sorprendente origen relacionado con la realeza española. Según la leyenda, el suflé fue creado por primera vez en el restaurante Lhardy para el banquete de bodas de la Reina Isabel II de España y su esposo Francisco de Asís. Este evento histórico, que tuvo lugar en 1846, marcó un hito importante en la historia del restaurante y consolidó su reputación como un lugar de encuentro exclusivo para la élite de la sociedad española.
Desde entonces, el suflé de Lhardy ha sido un plato icónico que ha pasado de generación en generación, cautivando los paladares de los comensales más exigentes y manteniendo viva la tradición culinaria del restaurante. A lo largo de los años, el restaurante Lhardy ha seguido sirviendo su famoso suflé, que se ha convertido en un símbolo de la excelencia gastronómica y la elegancia atemporal.
Hoy en día, el suflé de Lhardy continúa siendo una de las joyas de la corona del restaurante, que sigue atrayendo a visitantes de todo el mundo con su encanto histórico y su exquisita oferta gastronómica. Cada bocado de este suflé único es un homenaje a la rica historia y la pasión por la cocina que han caracterizado al restaurante Lhardy durante más de un siglo y medio.
En resumen, el suflé de Lhardy es mucho más que un plato delicioso: es un símbolo de la tradición culinaria española y un testimonio vivo de la historia del restaurante Lhardy. Su sorprendente origen vinculado a la realeza española y su exquisito sabor lo convierten en un verdadero tesoro gastronómico que sigue deleitando a los paladares más exigentes hasta el día de hoy.