El emblemático restaurante de La Mola cierra definitivamente las puertas después de semanas de incertidumbre. La Diputación de Barcelona no renovará la concesión en el restaurante, por lo tanto, el establecimiento tendrá que cerrar. Se trata del único restaurante donde la comida y la bebida llegaba sin vehículos de motor. Un lugar mítico al cual las provisiones llegaban cargadas en mulas.

Sin concesión

La Diputación de Barcelona finalmente no renovará la concesión al restaurante de La Mola para que pueda seguir ofreciendo su gastronomía en el Parque Natural de Sant Llorenç del Munt y l'Obac. El diputado de Acción Climática, Xesco Gomar, dice que a pesar del fin de la restauración en la Mola, el acceso está garantizado "desde el primer día". Lo único que se cierra, detalla, es cocina y almacén. Pero estos espacios son suficientes para acabar con la actividad del restaurante definitivamente. Gemma Gimferré, responsable del restaurante La Mola, había publicado un escrito en las redes sociales en que pedía el apoyo de las entidades para evitar el cierre del establecimiento. Y a pesar de recibir apoyos por parte de diferentes personas y entidades, finalmente los esfuerzos no han servido para sentenciar la actividad gastronómica en el lugar.

El emblemático restaurante de La Mola cierra definitivamente las puertas después de semanas de incertidumbre. La Diputación de Barcelona no renovará la concesión en el restaurante, por lo tanto, el establecimiento tendrá que cerrar

Restaurant al monestir de La Mola - Tomas Mas Pascual
Restaurant al monestir de La Mola - Tomas Mas Pascual

Trabajos en el espacio natural

El motivo para no renovar la concesión a la Mola es la puesta en marcha de un plan de preservación del entorno que debe alargarse hasta el año 2027. El plan se pondrá en marcha el mismo día que se termina la concesión de la Diputación al restaurante, el próximo 22 de enero. Sin embargo, la burocracia imposibilita la renovación del contrato a pesar de la predisposición de las diferentes partes implicadas. Unos trabajos en el espacio natural de La Mola que contarán con una inversión de 2,6 millones de euros y que serán compatibles con el acceso al espacio natural. El edificio del restaurante seguirá presidiendo la cima de una colina mítica, que hasta ahora era famosa por la actividad que llevaba a cabo. Una actividad y unos profesionales, cocineros y camareros, que se ven obligados a hacer las maletas después de casi 60 años en funcionamiento. El restaurante de La Mola era conocido por ser el único del país que subía las provisiones a lomo de una mula, ya que los vehículos a motor no podían acceder al espacio. Las peores previsiones se han hecho realidad, y finalmente el restaurante de La Mola pasa oficialmente a ser historia.