Es común pensar que la salsa que acompaña a los calçots es la famosa salsa romesco, pero, aunque ambas tienen similitudes y comparten raíces catalanas, en realidad se trata de dos preparaciones distintas. Cada una tiene su propia personalidad y un conjunto de ingredientes que las diferencia claramente. Vamos a desglosar las características de ambas para entender mejor sus diferencias.
El romesco no es lo mismo que la salsa de calçot
La salsa romesco es una de las más emblemáticas de la gastronomía catalana. Su origen se sitúa en Tarragona, concretamente en la zona de los pescadores, que la utilizaban para acompañar platos de pescado y marisco. Con el tiempo, su versatilidad ha hecho que se utilice con carnes, verduras asadas e incluso como base de algunos guisos.
¿Pero qué lleva exactamente esta salsa? Los ingredientes clave del romesco son los frutos secos, como almendras o avellanas, que le dan una textura ligeramente densa y un sabor profundo. Además, incluye pan tostado, que también aporta cuerpo, así como tomates asados, ajo y ñoras, un tipo de pimiento seco que le otorga su característico toque ahumado. Todo ello se mezcla con aceite de oliva y, en algunos casos, un chorrito de vinagre para equilibrar el sabor.
La esencia de la salsa de calçots
Por otro lado, la salsa que se utiliza para los calçots —esos tiernos y alargados brotes de cebolla que protagonizan las populares calçotades— tiene sus propias características. Aunque a menudo se confunda con el romesco, su receta está especialmente diseñada para potenciar el sabor de los calçots asados.
La base de esta salsa incluye tomates asados, ajos y ñoras, similares a los del romesco, pero sin el protagonismo de los frutos secos ni el pan tostado. Esto la hace más ligera y con una textura algo más fluida. Además, en muchas recetas tradicionales, se utiliza un toque de vinagre y pimiento rojo seco para darle un sabor más fresco y directo, acorde al dulzor de los calçots.
Parecidas, pero únicas
Mientras que el romesco es una salsa más polivalente, rica y compleja, ideal para una variedad de platos, la salsa de calçots está pensada específicamente para realzar la experiencia de las calçotades. Su ligereza y menor densidad permiten que el sabor del calçot no quede eclipsado, sino complementado. Así que, la próxima vez que disfrutes de una calçotada, podrás sorprender a tus acompañantes explicándoles esta diferencia. Porque en la cocina, como en la vida, los pequeños detalles marcan la diferencia.