El roscón de Reyes es una de las tradiciones gastronómicas más queridas de la Navidad, con su aroma a azahar, su textura suave y su decoración con frutas confitadas. Sin embargo, conseguir que quede esponjoso y perfecto puede ser todo un reto. Hoy te desvelamos el mejor truco para que tu roscón de Reyes quede tan tierno y aireado como el de una pastelería.
El mejor truco para que el roscón de Reyes quede esponjoso
Uno de los errores más comunes al preparar el roscón es subestimar la importancia del fermento o “prefermento”. Este paso es clave para desarrollar una masa con una textura ligera, una miga uniforme y un sabor más profundo. El prefermento es una mezcla de harina, agua (o leche) y levadura que se deja reposar antes de integrarla en la masa principal.
¿Por qué es tan importante? Este proceso permite que la levadura comience a trabajar lentamente, desarrollando los gases que dan esponjosidad a la masa. Además, mejora la elasticidad del gluten, lo que facilita un amasado perfecto y un resultado final impecable. Para un roscón de Reyes tradicional, sigue esta sencilla fórmula. Ingredientes del prefermento:
- 90 g de harina de fuerza
- 50 ml de leche templada
- 3 g de levadura fresca (o 1 g de levadura seca)
El verdadero truco de la esponjosidad del roscón está en el prefermento
Mezcla todos los ingredientes hasta obtener una masa homogénea. Cubre con un paño limpio y déjala reposar durante unas 3 horas a temperatura ambiente o, si prefieres, toda la noche en la nevera. Este tiempo de reposo permitirá que la levadura actúe y potencie la textura esponjosa del roscón.
Controla los tiempos de amasado: Un buen amasado ayuda a que el gluten se desarrolle correctamente. Amasa en intervalos de 5-10 minutos, dejando descansar la masa entre ellos. Hidratación adecuada: Una masa demasiado seca no será esponjosa. Asegúrate de que quede ligeramente pegajosa al tacto. Paciencia con los levados: Deja que la masa repose el tiempo necesario. Un levado insuficiente dará como resultado un roscón denso. Añade mantequilla en el momento justo: Incorpora la mantequilla al final del amasado para que la masa no pierda elasticidad. Con este truco del prefermento y los consejos adicionales, obtendrás un roscón de Reyes suave, esponjoso y lleno de sabor. Ya sea que lo rellenes con nata, trufa o lo disfrutes solo, será el protagonista de tu mesa navideña. ¡Atrévete a prepararlo y sorprende a tu familia con el mejor roscón casero!