La cochinilla es un pequeño insecto parásito que se ha convertido en un recurso valioso en la industria alimentaria, cosmética y textil. Este insecto, conocido científicamente como Dactylopius coccus, se cría en plantaciones de nopal principalmente en países como Perú, México y algunas zonas de Canarias. Se trata de un insecto de cuerpo blando que vive en las hojas de los cactus, alimentándose de su savia. Aunque parece sorprendente, la cochinilla es uno de los colorantes naturales más usados en el mundo, y esto significa que muchas personas lo consumen diariamente sin siquiera darse cuenta.

¿Por qué comes este repugnante bicho a diario?

El principal motivo por el que la cochinilla es parte de nuestra dieta diaria es por el carmín, un colorante natural que se extrae de las hembras de este insecto. El carmín, conocido también como ácido carmínico, es un pigmento rojo intenso que se utiliza para dar color a una amplia variedad de productos, desde alimentos hasta cosméticos. El proceso consiste en recolectar, secar y triturar las cochinillas para obtener el colorante, que luego es purificado y usado en diversas aplicaciones.

Este pigmento se emplea en una variedad de productos, como yogures, helados, golosinas, embutidos y bebidas

En la industria alimentaria, el carmín es apreciado porque se considera una alternativa más saludable y natural que los colorantes artificiales. Este pigmento se emplea en una variedad de productos, como yogures, helados, golosinas, embutidos y bebidas. Los consumidores pueden identificarlo en las etiquetas de los productos como E120 o simplemente carmín. Gracias a su origen natural, el carmín es una opción atractiva para marcas que buscan una imagen de productos menos procesados. El uso de carmín en la alimentación está regulado y aprobado por las autoridades de seguridad alimentaria de muchos países, incluida la FDA en Estados Unidos y la EFSA en Europa. Estos organismos consideran que el carmín es seguro para el consumo, siempre y cuando se use en las cantidades permitidas. Sin embargo, algunas personas pueden presentar reacciones alérgicas leves al carmín, especialmente si tienen una sensibilidad a los productos de origen animal o a los insectos.

Uno de los productos que contiene este colorante es el embutido / Foto: Unsplash
Uno de los productos que contiene este colorante es el embutido / Foto: Unsplash

¿Es ético y sostenible?

El uso de la cochinilla también despierta debates éticos y de sostenibilidad. Dado que el carmín proviene de insectos, muchos vegetarianos y veganos evitan consumir productos que lo contengan. Además, la producción de carmín requiere una gran cantidad de insectos para generar pequeñas cantidades de pigmento, lo cual plantea dudas sobre la sostenibilidad y el impacto en los ecosistemas locales.

También se utiliza en múltiples yogures / Foto: Unsplash
También se utiliza en múltiples yogures / Foto: Unsplash

Aunque la idea de consumir insectos puede resultar extraña, el carmín ha sido usado durante siglos en la industria de los tintes y la alimentación. Así, este pequeño insecto sigue teniendo un rol significativo en productos que muchos de nosotros consumimos diariamente. Su historia nos recuerda la influencia de la naturaleza en la producción de alimentos y la relación compleja entre tradición, tecnología y consumo.