En Catalunya tenemos muchas salsas deliciosas que sirven para acompañar varios platos tradicionales. Desde la chanfaina hasta el alioli, pasando por la picadua o el sofrito de tomate, los catalanes somos mucho de mojar pan en todas partes donde podemos. Y aunque aquí estamos muy acostumbrados a comer, en el extranjero no es habitual encontrar nuestras salsas locales. Este año, sin embargo, un reconocido periodista del New York Times explica que una salsa catalana será tendencia durante esta temporada.
Una salsa deliciosa
Muy habitual durante estos meses en que se celebran calçotades, la salsa romesco es una de las más catalanas que hay. Hecha con ajo, tomate, ñora y frutos secos, es una salsa untuosa y suave que tradicionalmente se come con los calçots y con pan. La solemos encasillar solo en este tipo de encuentros, pero el romesco se puede utilizar en muchas otras recetas del día a día. Desde un plato de pescado hasta un trozo de carne, pasando por complementar un buen plato de verduras, el romesco es una salsa versátil, deliciosa y, según el New York Times, ahora también es una salsa predestinada a triunfar.
Kim Severson es el periodista que ha hablado de ello en un artículo publicado en el prestigioso diario neoyorquino. Severson habla de las previsiones de consumo y preferencias gastronómicas que cree que tendrán lugar este 2025. El café, la comida para llevar o las salsas son algunos de sus augurios; y es justamente en este último apartado en que menciona el romesco. Severson dice que "desde la vinagreta viral de Chipotle y la mezcla picante de mayonesa y ketchup de Raising Cane hasta versiones más culinariamente elevadas de romesco, salsa macha, tzatziki, hoisin, harissa y tum o salsa de ajo, las salsas serán una obsesión nacional. El aderezo ranchero seguirá reinando, con nuevas extensiones de sabor como el pepinillo o el chimichurri. Pero se tiene que estar atento a salsas más matizadas y culturalmente específicas, porque los comensales continúan "su viaje global de sabores" dijo Emily Murphy, directora de mercado especializado de la empresa de alimentación Baldor".
Estas palabras de Severson ponen de relieve que el público estadounidense, termómetro global de las tendencias de consumo mundial, puede optar por buscar salsas y sabores alejados de los clásicos globalizados para buscar productos locales que ofrezcan experiencias diferentes centradas en la cultura local de cada sitio. Y el romesco encaja perfectamente en esta definición. Una previsión que, tal como dice el periodista, si se cumple, fantástico, pero si no, tampoco pasa nada porque habremos disfrutado de la experiencia.