Si tienes a mano una lata de berberechos al natural y lees los ingredientes, seguramente ponga: berberechos, agua y sal. Así pues, a primera vista, ese caldo que ocupa una parte de la lata no parece ni peligroso ni perjudicial para la salud. Por eso, hay mucha gente que no duda en bebérselo y aprovechar hasta la última gota de un producto que ha comprado. Mientras que otros muchos ponen cara de espanto cuando escuchan esa idea y cierto gesto de asco cuando lo ven. Con una nueva polémica ya servida, toca tirar de expertos en nutrición para saber si ese caldo es bueno, malo o ni una cosa ni la otra.
Beber el agua de los berberechos
La nutricionista Júlia Farré, en su cuenta de Instagram, ha ofrecido una explicación sencilla y corta con la que esa duda ha quedado más que resuelta. ¿Qué es esa agua en el que flotan los berberechos? “Agua, con bastante cantidad de sal y, normalmente, algún antioxidante como puede ser Vitamina C”, aclara la nutricionista. Y, ¿para qué llenar la lata de líquido? Muy sencillo, puesto que la función de este líquido es “mantener o ayudar a conservar mejor estos alimentos”, explica Farré.
Llega la respuesta del millón, aunque después de saber qué es lo que la compone será más sencillo adivinar que la respuesta final es sí. Aunque Júlia pone especial hincapié en uno de los ingredientes: “El problema es que estás ingiriendo una cantidad de sal bastante elevada”, destaca la nutricionista, por lo que si eres hipertenso es mejor que te olvides de este líquido.
Beber el agua de las aceitunas
Más de lo mismo. Aunque en este caso hay variaciones en las preparaciones, existiendo en el mercado algunas que están conservadas en aceite de oliva, por ejemplo. De cualquier modo, por ley, todo lo que viene en un envase está indicado para el consumo humano, otra cosa es que esté rico o que tenga propiedades nutriciones destacadas, algo que en la mayoría de los casos no es así.
En el caso de los berberechos (y otras latas de pescado en conserva al natural) ese caldo se puede utilizar para preparar algunos platos, sobre todo de pasta o arroz. A unos espaguetis cocidos le añades una lata de berberechos con parte de su caldo y un poco de tomate y tienes un plato de pasta rápido y sabroso. Si le sumas unas gambas cocidas, ese plato será de diez. Lo mismo con el arroz. Ese caldo que casi siempre tiras es ideal para darle sabor a un sofrito. Por su parte, con el de las aceitunas es habitual preparar un cóctel a base de Martini. ¿Lo has probado? Y si esas aceitunas vienen con aceite de oliva, utiliza ese oro líquido para aliñar una ensalada verde. También aporta mucho sabor a una pasta si añades un buen chorro al agua de cocción, al igual que notarás ese toque especial si lo echas a un guiso de carne. A partir de hoy, mirarás ese caldo que siempre tirabas con otros ojos.