Todos hemos oído hablar de la famosa regla de los cinco segundos, esa creencia popular que dice que si un alimento cae al suelo y se recoge rápidamente, sigue siendo seguro para comer. Pero, ¿qué hay de cierto en esto? ¿Es realmente seguro ingerir comida que ha tocado el suelo? La respuesta no es tan simple como parece.

¿Podemos comer lo que cae al suelo?

Desde el momento en que un alimento cae, entra en contacto con una superficie que puede estar contaminada con bacterias, virus y otros microorganismos. La rapidez con la que estos agentes se adhieren a la comida depende de varios factores, como el tipo de superficie, la humedad del alimento y el tiempo que permanezca en el suelo.

La higiene es clave en la alimentación / Foto: Unsplash

Estudios científicos han demostrado que las bacterias pueden transferirse a los alimentos en menos de un segundo, especialmente si la superficie está húmeda o sucia. Esto significa que, en la mayoría de los casos, la regla de los cinco segundos no es más que un mito.

Las bacterias pueden transferirse a los alimentos en menos de un segundo

Factores que influyen en la contaminación

Tipo de superficie: No todas las superficies transfieren bacterias de la misma manera. Por ejemplo, las alfombras suelen ser menos propensas a transmitir gérmenes en comparación con suelos de madera o baldosas, donde la humedad y la suciedad pueden facilitar la contaminación. Humedad del alimento: Los alimentos con alto contenido de agua, como frutas cortadas o carnes, son más propensos a recoger bacterias que los alimentos secos, como galletas o pan. Limpieza del suelo: Aunque un suelo parezca limpio, no significa que esté libre de microorganismos. Muchos gérmenes son invisibles y pueden estar presentes incluso en superficies que se limpian con regularidad.

La limpieza del suelo es un factor a tener en cuenta / Foto: Unsplash

Cuáles son los riesgos y lo que hay que hacer

Los principales riesgos de consumir alimentos caídos en el suelo están relacionados con la posibilidad de contraer enfermedades. Entre las bacterias más comunes que pueden encontrarse en el suelo están la Salmonella, E. coli y Listeria, todas ellas capaces de causar infecciones gastrointestinales graves. Aunque el sistema inmunológico de la mayoría de las personas puede manejar pequeñas exposiciones a estas bacterias, los niños, los ancianos y las personas con sistemas inmunológicos debilitados son más vulnerables y podrían enfermarse con mayor facilidad. La mejor opción es aplicar el sentido ordinario. Si un alimento cae en una superficie muy transitada o húmeda, lo más seguro es desecharlo. En cambio, si cae en un lugar seco y limpio dentro de casa, se puede evaluar el riesgo y, si es posible, limpiarlo adecuadamente antes de consumirlo.