La sepia es uno de los ingredientes más versátiles de la cocina mediterránea. Con un cuerpo ovalado y carnoso, esta especie marina es conocida por su capacidad de adaptarse a infinidad de recetas. Originaria de mares como el Mediterráneo y el Atlántico, la sepia se pesca durante todo el año, pero su mejor momento llega a la primavera y principios de verano, cuando su carne está más tierna y sabrosa. Este ingrediente destaca por sus propiedades nutricionales: es rico en proteínas, bajo en grasas y lleno de minerales esenciales como el hierro, el fósforo y el magnesio. La sepia es un aliado perfecto para una dieta equilibrada y saludable. Combina especialmente bien con platos tradicionales como arroces, guisos, fideuá o como protagonista en recetas sencillas como la sepia a la plancha.
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Maneras de cocinar la sepia
La versatilidad de este molusco permite que se pueda preparar de varias formas según las preferencias y la tradición culinaria. Algunas de las maneras más habituales de cocinarla son a la plancha, una preparación sencilla y rápida que conserva el sabor natural de la sepia. Con un chorro de aceite de oliva, ajo y perejil, ocurre una opción irresistible. Guisada: la sepia guisada con patatas o en salsa de tomate y cebolla es un clásico reconfortante, ideal para los días más frescos. Con arroz o fideuá, en esta actuaría como la base de un buen arroz negro o fideuá, la sepia aporta un sabor marino intenso. Finalmente, con un toque más sutil, sería en platos como las ensaladas o carpaccios, donde la podríamos encontrar laminada fina y marinada, ofrece una textura sorprendente y delicada.
El dilema: ¿sepia a la plancha o sepia guisada?
Escoger entre la sepia a la plancha o guisada es, en buena parte, una cuestión de contexto y preferencias personales. La sepia a la plancha es la reina de las preparaciones rápidas y saludables. Con una cocción rápida, conserva toda su esencia y ofrece una textura ligeramente firme que gusta a casi todo el mundo. Es ideal como plato principal ligero o como complemento para una ensalada fresca.
En cambio, la sepia guisada se transforma en un plato reconfortante y profundamente sabroso. Cuando se cocina a fuego lento, libera todo su sabor en el líquido del guiso, impregnando las patatas o la salsa que lo acompañan. Es perfecta para comidas familiares o días en que se busca una comida más contundente. ¿Cuál es la mejor opción? Todo depende del momento. Si buscas una experiencia rápida y ligera, la plancha es tu aliada. Si quieres un plato que caliente el cuerpo y el alma, apuesta por el guiso.