Es muy fácil culpar a la edad y sentirse mayor cuando se rechaza un plan por el dolor de rodillas. Esta dolencia es mucho más común de lo que creemos y, aunque la edad es un factor importante, no es el único. El dolor o los crujidos en las rodillas pueden ser una señal de que algo no está funcionando del todo bien en nuestras articulaciones. Aunque estos sonidos no siempre son un indicador de un problema grave, sí pueden estar relacionados con el desgaste del cartílago, inflamación o incluso con una deficiencia nutricional. A estos factores se les pueden sumar algunos más visibles, donde, además del envejecimiento, podemos incluir el sobrepeso, así como la vida sedentaria o lesiones previas.
Una buena ayuda
Ante estos dolores no suele existir una solución universal, pero sí se puede decir que la alimentación juega un papel fundamental en la salud de las articulaciones. Los nutrientes que consumimos ayudan a combatir la inflamación, fortalecer los tejidos y mantener las articulaciones funcionando de forma óptima. Por eso, elegir bien lo que consumimos nos puede ayudar a controlar esa sensación tan molesta.
Y sí, el desayuno es uno de los mejores momentos para incluir estos nutrientes. Un desayuno bien equilibrado puede incluir ingredientes ricos en antioxidantes, ácidos grasos saludables, colágeno y minerales esenciales para reducir la inflamación y promover la regeneración de los tejidos. Apunta qué no debe faltar en tu próximo desayuno.
1. Frutas cítricas
Naranjas, mandarinas, pomelos y kiwis son excelentes fuentes de vitamina C, esencial para la producción de colágeno, una proteína clave para la salud de los cartílagos y ligamentos. El zumo de naranja es una de las opciones más comunes y deliciosas, pero hay otras formas de consumir la fruta con la que absorberemos todos los nutrientes. La más sencilla es una pieza de fruta entera, pero para un desayuno más completo, se pueden añadir trozos de kiwi a un yogur natural, por ejemplo.
2. Frutos secos y semillas
Almendras, nueces, semillas de chía y de lino son ricas en ácidos grasos omega-3, que ayudan a reducir la inflamación. También contienen magnesio, un mineral que mejora la función muscular y alivia el dolor articular. Añádelos a ese bol que tenías con yogur y kiwi y tendrás un desayuno de 10.
3. Avena
La avena es rica en antioxidantes, fibra y magnesio, que favorecen la recuperación de las articulaciones y ayudan a mantener el peso bajo control, reduciendo así la presión sobre las rodillas. Prepara un porridge caliente y añade frutas, frutos secos o miel. Te vale tanto para el desayuno como para un picoteo a media mañana.
4. Aceite de oliva virgen extra
Nuestro “oro líquido” es un básico de la dieta mediterránea lleno de beneficios y sabor. En este caso nos interesa su contenido en compuestos antiinflamatorios como el oleocantal, que ayuda a reducir el dolor articular. Rocíalo sobre una tostada integral con aguacate o tomate y disfruta de un desayuno 100% saludable.
5. Jengibre
El jengibre es conocido por sus propiedades antiinflamatorias, que pueden aliviar el dolor en las articulaciones y mejorar la movilidad. En el desayuno es fácil introducirlo como infusión, con un poco de limón está delicioso.
6. Huevos
Son una fuente excelente de proteínas de alta calidad, que ayudan a reparar los tejidos y fortalecer los músculos que sostienen las articulaciones. También contienen vitamina D, clave para la salud ósea. Para que el desayuno no aporte demasiadas calorías, apuesta por los huevos cocidos o en tortilla sin mucha grasa. Para gourmets y cocinillas, siempre triunfan los poché para acompañar una tostada.
Recuerda que junto a la dieta equilibrada siempre es necesario un poco de ejercicio para que tu cuerpo esté en forma
7. Frutos rojos
Arándanos, fresas, frambuesas y moras son antioxidantes naturales que protegen las células de tus articulaciones del daño oxidativo y reducen la inflamación. Como suelen estropearse muy pronto, deja de comprar frescos y rebusca en la sección de congelados la mezcla que más te guste.
8. Lácteos fermentados
Yogur natural, kéfir o queso fresco son ricos en calcio y probióticos que favorecen la salud ósea y ayudan a combatir la inflamación desde el sistema digestivo. Y recuerda que junto a la dieta equilibrada siempre es necesario un poco de ejercicio para que tu cuerpo esté en forma.