Las monas de Pascua aparecen en nuestras vidas por Semana Santa para cumplir con la tradición de los padrinos y madrinas con sus ahijados y ahijadas el Lunes de Pascua. Las pastelerías de toda Catalunya exhiben en sus escaparates las figuras de chocolate de todas las formas y colores, que cogen como modelos a los personajes más populares entre los más pequeños. Pero como a menudo los que escogen son los padrinos, también hay figuras que recuerdan a su propia infancia. Es el caso este año de Son Goku y el resto de personajes de la serie de Dragon Ball, que según explica el vicepresidente del Gremio de Pastelería de Barcelona, Miquel Zaguirre, a la ACN, ha vuelto por la nostalgia de muchos de los padrinos a raíz de la reciente muerte de su creador, Akira Toriyama, lo que también ha inspirado una colección de huevos Kinder con las figuras sorpresa de la serie japonesa. También triunfan los jugadores y jugadoras de fútbol del momento, la Balón de Oro y estrella del Barça femenino Aitana Bonmatí, y el jovencísimo Lamine Yamal, que se ha convertido, en el nuevo ídolo de los pequeños. Y también una de las películas que ha estado de moda en los últimos meses, Barbie, y todo su universo de color de rosa. Estas figuras se unen a las monas más clásicas que se mantienen en tendencia año tras año, como son los huevos de Pascua, las figuras de animales (conejos, dinosaurios, leones, elefantes...), los unicornios o los personajes de Disney o de los Pokémon.

Lamine y Aitana (ACN)

Monas de autor

La mona de Pascua se considera una pequeña obra de arte que, además de las figuras más mediáticas, tiene una rama dedicada a las monas de autor, aquellas que elaboran los pasteleros artesanos más reconocidos y mediáticos. Es el caso, por ejemplo, de Escribà, que este año ha elaborado una gran mona dedicada a la Copa América de Vela que se celebrará este verano y otoño en Barcelona con la creación de una réplica, a tamaño natural, de la mítica Jarra de las Cien Guineas, el trofeo de la competición, que es la más antigua del mundo. Lluc Cruselles, que en octubre del 2022 fue escogido mejor chocolatero del mundo, que ha creado una colección de siete animales de granja y de bosque, con formas geométricas y poligonales. En su pastelería El Carme de Vic se pueden encontrar estas originales monas en todos los tamaños y colores. También otro reconocido pastelero, Oriol Balaguer, ha creado la mona Cristina, un brioche tradicional con forma de roscón, como las monas tradicionales, que habitualmente llevan un huevo de chocolate negro, como la mona de Balaguer, que también triunfa con sus monas de animalitos de chocolate.

Lluch Crusellas (Eukarya)

 

Mona de Ciencia 2024: Mia bióloga

Otra opción muy interesante, que además tiene una vertiente educativa, la que propone la colaboración entre el Gremio de Pastelería y la Universidad de Barcelona, que desarrollaron el proyecto Mona de Ciencia, fusionando la cultura popular y las tradiciones con la necesidad de fomentar la cultura científica. Cada año la muñeca principal, Mia, se transforma en una científica. El año pasado, Mia fue geóloga y este año es una bióloga. Esta es una mona de chocolate que representa una disciplina propia de la ciencia, acompañada de un código QR que lleva a una web donde se ofrece información especialmente pensada para los niños y familias. Se puede comprar en 50 pastelerías de Barcelona y al Museo del Chocolate y se elabora en tres versiones: chocolate negro, con leche y blanco. Las pastelerías adheridas a la campaña se incluyen en el listado de puntos de venta oficial publicado a la web del proyecto.

Mia bióloga

 

Los precios se mantienen a pesar del encarecimiento del cacao

Las pastelerías harán su particular agosto el día 1 de abril y, según el Gremio de Pastelería de Barcelona, las previsiones son optimistas. Se estima que se venderán cerca de 800.000 monas artesanas en toda Catalunya, cien mil más que en 2023. A pesar del encarecimiento del cacao en los mercados internacionales, no ha afectado en exceso al chocolate que se utiliza para la elaboración de las monas de este año, y por lo visto no afectará al incremento de los precios de las monas de este año, según asegura Zaguirre. "No repercute en la figura de chocolate o el pastel", aunque no descarta que lo haga de cara al año próximo. Por eso, considera que los precios son similares a los de 2023. Según el experto Francesc Rufas, profesor de EAE Business School, Francesc Rufas, la conservación de los precios se justifica porque "ya se repercutió en buena parte este aumento de precios de materias primas el año pasado". Rufas recuerda los crecimientos de un 55% en un año del chocolate, "por la subida mundial de los precios del cacao", así como un incremento de un 30% anual de los huevos, un 16% del azúcar y un 10,3% de la mantequilla.