Claudia Brassesco, más conocida en redes como @claudiabrassesco.dn, es nutricionista, aunque su perfil está muy enfocado a la salud de la mujer. Consejos e información práctica sobre la endometriosis se alternan con recetas saludables y deliciosas para ayudar a cuidarnos. Y de entre todas las recetas que comparte, hace unos meses encontré una que no he parado de repetir. Reconozco que al principio me pareció un poco raro añadir garbanzos a una receta dulce, pero la curiosidad me pudo. Una vez las pruebes, ya no hay vuelta atrás. No dejarás de repetirlas.
Las sorprendentes galletas hechas de garbanzos de bote
Los ingredientes necesarios son los siguientes:
- 500 g de garbanzos cocidos
- 40 g de harina de arroz/coco
- 1/2 plátano maduro
- 40 g copos de avena
- 3 cucharaditas de aceite de coco
- 1 cucharada de crema de mix de frutos secos (almendras, avellanas, anacardos y nueces)
- 1 cucharada de cacao puro
Para los toopings, la autora apuesta por chocolate 85%, coco rallado y cacahuetes, aunque, como cualquier otra galleta, cualquier idea es bienvenida. En repostería, es en la decoración cuando está permitido ser creativo. Vamos manos a la masa. El primer paso es escurrir bien los garbanzos. Con ayuda de una batidora o procesador de alimentos, tritúralos bien junto al plátano y el aceite de coco. Añade el resto de los ingredientes y sigue triturando hasta que quede una masa manejable. Pone en una bandeja de horno con papel vegetal y decora al gusto.
Introduce en el horno precalentado a 180 °C y cocina unos 20 o 25 minutos. Cada horno es un mundo así que vigila hasta que estén doradas. Mi consejo que es que las dejes enfriar un tiempo sobre una rejilla para que su textura sea inmejorable. Gracias a los garbanzos, su textura será firme por fuera, pero suave por dentro. Una sorpresa que acompañará a su sabor.
Apta para todos y en buena compañía
Gracias a esta selección de ingredientes, un poco sorprendente, sin duda, estas galletas son aptas para intolerantes al gluten, así como a la lactosa o al huevo, ya que no contienen ninguno de esos alergenos. Solo hay que tener cuidado a la hora de decorar y fijarse bien para quién se están preparando. Aunque el que contenga garbanzos puede resultar raro, estas galletas pueden sustituir a cualquier otra a la hora del café, tanto en el desayuno como en la merienda.
Para una merienda o tentempié más contundente, te recomiendo partirlas sobre un yogur. El yogur proporciona un contrapunto cremoso y ácido que balancea el dulzor de la masa de las galletas. Además, puedes espolvorear un poco de cacao o frutos secos triturados por encima para añadir más textura y sabor. Para los más golosos esta idea les puede volver locos: Un dip de chocolate negro derretido o una crema de avellanas casera sin azúcar pueden ser opciones deliciosas para sumergir las galletas. ¿Con cuál te quedas?