Si eres amante de los postres cremosos y deliciosos, pero no quieres complicarte con preparaciones largas o con el uso del horno, esta tarta de queso sin horno es la opción perfecta. Es una receta rápida, sencilla y con un resultado espectacular: una textura suave y un sabor irresistible que hará las delicias de todos. Además, es ideal para cualquier ocasión, desde una merienda especial hasta un postre para una celebración.
Tarta de queso sin horno, una receta fácil
Los ingredientes para la base para una tarta de 6-8 porciones son 200 g de galletas tipo María o Digestive y 100 g de mantequilla derretida. Para el relleno hablamos de 500 g de queso crema (tipo Philadelphia), 200 ml de nata para montar (mínimo 35% de materia grasa), 100 g de azúcar, 10 g de gelatina neutra en polvo (o 5 hojas de gelatina), 100 ml de leche, 1 cucharadita de esencia de vainilla y zumo de medio limón. Opcionalmente, para la cobertura hay que tener en cuenta los 200 g de mermelada de frutos rojos (o la de tu elección), 2 cucharadas de agua y 2 hojas de gelatina (opcional, para una cobertura más firme).
Paso a paso para preparar la tarta
Para la base de galleta, tritura las galletas hasta obtener un polvo fino. Puedes usar un procesador de alimentos o meterlas en una bolsa y aplastarlas con un rodillo. Luego, mézclalas con la mantequilla derretida hasta obtener una pasta húmeda. Forra el fondo de un molde desmontable de unos 20 cm de diámetro con esta mezcla, presionando bien con una cuchara para compactarla. Lleva el molde a la nevera mientras preparas el relleno.
Es una receta rápida, sencilla y con un resultado espectacular
Si usas gelatina en polvo, disuélvela en los 100 ml de leche fría y deja reposar cinco minutos. Luego, caliéntala ligeramente hasta que se disuelva por completo. Si usas hojas de gelatina, hidrátalas en agua fría durante cinco minutos, escúrrelas y disuélvelas en la leche caliente. En un bol grande, bate el queso crema con el azúcar hasta obtener una textura cremosa. Agrega la vainilla y el zumo de limón, y sigue batiendo. Luego, añade la nata para montar y mezcla bien. Por último, incorpora la gelatina disuelta en leche, batiendo constantemente para que se integre de manera homogénea.
Saca el molde de la nevera y vierte la mezcla de queso sobre la base de galleta. Alisa la superficie con una espátula y deja reposar en la nevera durante al menos cuatro o seis horas, o mejor aún, toda la noche. Si deseas añadir cobertura, calienta la mermelada con las dos cucharadas de agua. Si quieres una textura más firme, añade las hojas de gelatina previamente hidratadas y disueltas. Extiende sobre la tarta y deja reposar en la nevera al menos una hora más.
Consejos para una tarta perfecta
Elige un buen queso crema, ya que es el ingrediente principal y su calidad influirá en el resultado final. Es importante respetar el tiempo de reposo para que la tarta tenga la textura ideal. Puedes probar con diferentes coberturas, desde caramelo o chocolate hasta frutas frescas o frutos secos. Esta tarta de queso sin horno es una de las recetas más fáciles y exitosas que puedes preparar en casa. Con pocos ingredientes y sin necesidad de hornear, conseguirás un postre cremoso, refrescante y lleno de sabor. Anímate a hacerla y sorprende a todos con su increíble textura.