Las fresas son una de las frutas más deliciosas y versátiles, pero también de las más frágiles. En pocos días, pueden empezar a deteriorarse y llenarse de moho, lo que obliga a consumirlas rápidamente o, en el peor de los casos, tirarlas. Sin embargo, existe un método basado en la ciencia que permite prolongar su frescura, evitando que se estropeen tan rápido. Este truco ha sido compartido en Instagram por la cuenta @soycienciaycocina, donde explica un proceso llamado termoterapia, que ayuda a eliminar microorganismos y retrasar la aparición de hongos. Lo mejor de todo es que es fácil de aplicar en casa y solo requiere agua caliente y unos minutos de preparación.
El truco científico para que las fresas aguanten en la nevera
La termoterapia consiste en sumergir las fresas en agua caliente a una temperatura de 50 a 60 °C durante 30 segundos. Esta temperatura es suficiente para eliminar posibles esporas de moho y bacterias que aceleran su descomposición, pero sin afectar la textura ni el sabor de la fruta. Después de este baño caliente, las fresas deben enfriarse inmediatamente en agua fría para detener el proceso y evitar que se cocinen. Luego, se escurren y secan completamente antes de almacenarlas.

Para conservar las fresas frescas por más tiempo, primero hay que calentar agua hasta que alcance una temperatura de entre 50 y 60 °C, sin que llegue a hervir. Una vez lista, se sumergen las fresas en el agua caliente durante 30 segundos y, acto seguido, se enfrían rápidamente en un recipiente con agua fría para detener el proceso. Luego, es importante escurrirlas bien y secarlas con papel de cocina o un paño limpio para eliminar cualquier exceso de humedad. Finalmente, se deben guardar en un recipiente hermético y, si se desea, cubrirlas con papel film antes de refrigerarlas.
El calor moderado ayuda a matar esporas de moho y bacterias, evitando que las fresas se deterioren antes de tiempo. A diferencia de otros métodos, como lavarlas con vinagre, la termoterapia no altera su sabor y permite conservarlas en mejores condiciones por varios días más. Eso sí, una vez tratadas, es importante mantenerlas refrigeradas y bien secas para que el truco sea efectivo.
Gracias a este sencillo truco compartido por @soycienciaycocina, podemos disfrutar de fresas frescas durante más tiempo y evitar desperdicios. La termoterapia es un método eficaz, rápido y basado en la ciencia que cualquiera puede aplicar en casa. Así que la próxima vez que compres fresas, ponlo a prueba y verás la diferencia entre realizarlo y tener que comer las fresas de forma rápida por miedo a que se pongan malas.