El 'allioli' es una salsa emblemática de la gastronomía mediterránea, apreciada por su sabor intenso y su versatilidad. Sin embargo, a pesar de ser delicioso, muchas personas evitan consumirlo porque puede causar repetición, una sensación incómoda que persiste después de comer. Afortunadamente, hay un truco definitivo para preparar un alioli delicioso que no se repita, permitiéndote disfrutar de esta maravillosa salsa sin preocupaciones.
Preparar un alioli delicioso
La repetición del alioli se debe principalmente a los componentes fuertes y crudos del ajo, que pueden ser difíciles de digerir para algunas personas. Cuando el ajo se tritura y se mezcla con aceite, se liberan compuestos sulfúricos que son los responsables de ese sabor persistente y repetitivo. El truco para evitar la repetición del alioli es simple pero muy efectivo: escaldar el ajo antes de incorporarlo a la salsa. Este proceso implica blanquear los dientes de ajo en agua hirviendo durante unos segundos, lo cual reduce la intensidad de los compuestos sulfúricos sin perder el sabor característico del ajo. A continuación, te explicamos cómo hacerlo paso a paso.
Escalda el ajo antes de incorporarlo a la salsa
Ingredientes:
- 2-3 dientes de ajo
- 1 taza de aceite de oliva virgen extra
- 1 huevo (opcional, para una textura más cremosa)
- 1 cucharada de jugo de limón
- Sal al gusto
Empezaremos por escaldar el ajo. Pela los dientes de ajo y colócalos en una olla pequeña con agua. Lleva el agua a ebullición y deja los ajos en el agua hirviendo durante unos 10-15 segundos. Luego, retíralos y enfríalos rápidamente bajo agua fría para detener la cocción. Para preparar el alioli, coloca los dientes de ajo escaldados en un mortero o en el vaso de una batidora. Si decides usar huevo para una textura más cremosa, añádelo en este punto. Agrega el jugo de limón y una pizca de sal. Comienza a triturar el ajo (o a batir, si usas una batidora) y ve añadiendo el aceite de oliva en un hilo fino, sin dejar de remover o batir, hasta que la salsa emulsione y adquiera una textura homogénea y espesa.
Escaldar el ajo no solo disminuye los compuestos responsables de la repetición, sino que también suaviza su sabor, haciendo el alioli más agradable al paladar sin sacrificar su esencia. Este método es especialmente útil para personas con digestión sensible o aquellas que simplemente prefieren un sabor de ajo más sutil. Con este sencillo truco de escaldar el ajo, puedes disfrutar del alioli sin preocuparte por la incomodidad de la repetición. La próxima vez que prepares esta deliciosa salsa, recuerda dar este paso adicional y experimentarás la diferencia. Ya no tendrás que evitar el alioli en tus comidas; al contrario, se convertirá en un acompañamiento imprescindible en tu mesa.