El fuet es uno de los embutidos más populares y apreciados en la gastronomía española, ideal para aperitivos, bocadillos o simplemente disfrutarlo solo. Sin embargo, uno de los inconvenientes más comunes que se presentan al consumirlo es la dificultad para retirar su piel, especialmente cuando está demasiado seca o adherida a la carne. Si alguna vez has luchado intentando quitar la piel de un fuet sin éxito, este truco fácil te sorprenderá y hará que el proceso sea mucho más sencillo.

El truco fácil que muchos no conocen para pelar un fuet

El método más efectivo y menos conocido para retirar la piel del fuet sin complicaciones consiste en mojarlo ligeramente y secarlo antes de pelarlo. Este sencillo paso facilita enormemente el proceso y evita que termines arrancando pequeños trozos de piel en lugar de quitarla en una sola pieza.

Fuet con piel / Foto: Unsplash
Fuet con piel / Foto: Unsplash

La clave de este truco está en el agua. La piel del fuet suele ser una tripa natural que, con el tiempo, se seca y se adhiere a la carne del embutido. Al mojarla, la humedad penetra en la superficie y hace que se ablande ligeramente, permitiendo despegarla con facilidad.

Este método funciona porque la humedad permite que la piel se suelte de la carne sin romperse en pequeños trozos

El proceso es muy sencillo. Primero, mojar el fuet pasando el fuet por debajo del grifo con un poco de agua fría durante unos segundos. No es necesario empaparlo, basta con humedecerlo superficialmente. Después, secarlo bien usando un paño limpio o papel de cocina para secado inmediato. Esto ayuda a que la piel no se vuelva pegajosa y siga manteniendo su textura sin afectar al sabor del embutido. Finalmente, retirar la piel, que ahora se desprende mucho más fácilmente. Simplemente, tira de un extremo y la piel saldrá en tiras largas sin esfuerzo.

3034
Embutidos / Foto: Unsplash

Este método funciona porque la humedad permite que la piel se suelte de la carne sin romperse en pequeños trozos, lo que facilita su eliminación de una sola vez. Además, es una técnica rápida que no altera en absoluto el sabor ni la textura del fuet tan característica y que enamora a grandes y pequeños. Si el fuet es muy seco o ha estado expuesto al aire durante mucho tiempo, otro truco adicional consiste en envolverlo en un paño húmedo durante un par de minutos antes de intentar pelarlo. Esto proporciona una mayor hidratación y ablanda aún más la piel, facilitando su retirada. Ahora que conoces este sencillo truco, podrás disfrutar de tu fuet sin complicaciones y sin perder tiempo intentando quitar la piel, algo que se resiste para muchos y que puede incluso a desesperar.