Cocinar legumbres secas, como los garbanzos, tiene un sabor y una textura incomparables frente a las opciones en conserva. Sin embargo, muchas personas evitan este proceso debido al tiempo que requiere, especialmente el remojo previo, que suele durar varias horas o incluso toda la noche. Pero ¿y si existiera un truco para saltarse este paso sin comprometer el resultado final?
El truco para no tener que dejar los garbanzos en remojo
El remojo no solo reduce el tiempo de cocción de las legumbres, sino que también mejora su digestión y facilita la absorción de nutrientes. Sin embargo, para quienes olvidan dejarlas en remojo o deciden preparar un plato a última hora, esta técnica tradicional puede parecer un obstáculo. Afortunadamente, existe un método sencillo que acelera el proceso de hidratación y permite disfrutar de garbanzos perfectamente cocidos sin necesidad de planificar con tanta anticipación.
El secreto está en un proceso rápido de hidratación usando agua caliente. Para ello, coloca los garbanzos secos en una olla con abundante agua y llévala a ebullición. Una vez que el agua comience a hervir, mantén los garbanzos al fuego durante 3 a 5 minutos. Luego, retira la olla del fuego y deja reposar los garbanzos en esa agua caliente durante una hora. Este método, equivalente al remojo nocturno tradicional, acelera significativamente el tiempo de preparación sin afectar la calidad de las legumbres. Tras este proceso, los garbanzos estarán listos para ser cocinados en tu receta favorita. Es importante, eso sí, desechar el agua de remojo y utilizar agua fresca para la cocción. Si vas a cocinar garbanzos, se recomienda usar agua templada, mientras que para otras legumbres como las lentejas o alubias, es mejor empezar con agua fría.
Este truco no solo es práctico, sino que permite disfrutar de la versatilidad de las legumbres en cualquier momento. Ya sea en un guiso tradicional, en ensaladas frescas o incluso en cremas como el hummus, los garbanzos preparados de esta manera conservarán su sabor y textura óptimos.
Este truco permite disfrutar de la versatilidad de las legumbres en cualquier momento
Además, adoptar esta técnica ayuda a incorporar legumbres secas en nuestra dieta diaria, una opción más económica y sostenible que las conservas. Aunque las legumbres en bote son una solución rápida y conveniente, preparar las secas desde cero ofrece un control total sobre los ingredientes, eliminando aditivos como el exceso de sal o conservantes. En definitiva, este truco es una herramienta imprescindible para quienes valoran la cocina casera, pero necesitan soluciones rápidas y efectivas. Ahora, olvidarse del remojo ya no será un problema, y podrás disfrutar de tus platos favoritos sin complicaciones.