Si alguna vez te han servido un pequeño cuenco de palomitas, unas aceitunas o frutos secos junto a tu bebida sin haberlo pedido, no pienses que es un simple gesto de cortesía. Este detalle, aparentemente inocente, es en realidad una estrategia muy estudiada en hostelería para que consumas más sin darte cuenta. Aunque creas que tienes el control de lo que pides, los bares y restaurantes saben perfectamente cómo hacer que termines gastando más dinero del que pensabas en un principio.
El truco de los hosteleros para que gastes más
La clave detrás de este truco está en la sal. Los alimentos salados, como las palomitas, los frutos secos o las aceitunas, estimulan la sed de manera natural. Cuanto más salado sea lo que comes, más ganas tendrás de beber para compensarlo. Y aquí es donde entra la jugada maestra de los hosteleros: al ofrecerte un pequeño aperitivo gratuito con alto contenido en sal, te inducen de forma sutil a pedir otra bebida.
Si estás en un bar con amigos, lo más probable es que no te des cuenta de cómo este pequeño gesto influye en tu consumo. Mientras disfrutas de la charla y picoteas lo que te han puesto, tu cerebro detecta la necesidad de hidratación, y sin pensarlo demasiado, terminas pidiendo otra ronda. Lo que parecía una única copa o cerveza acaba convirtiéndose en dos o tres, aumentando la cuenta sin que lo notes.
Lo más probable es que no te des cuenta de cómo este pequeño gesto influye en tu consumo
Más allá de la sed: el efecto psicológico de lo gratis
Además de la sed, otro factor clave en esta estrategia es el impacto psicológico de recibir algo gratis. Cuando nos dan algo sin coste, sentimos un pequeño compromiso con quien nos lo ofrece. Este fenómeno se llama "reciprocidad" y está ampliamente estudiado en psicología del consumidor. Al recibir un aperitivo gratuito, es más probable que quieras devolver el favor de forma inconsciente, lo que en un bar se traduce en pedir otra bebida, un plato extra o incluso quedarte más tiempo del previsto.
En algunos locales, este truco se refuerza con otra estrategia: los aperitivos más generosos. En ciertas ciudades, es común que los bares sirvan tapas abundantes con la bebida. Aunque en apariencia parece un beneficio para el cliente, en realidad es una manera de fidelizar y fomentar un consumo mayor. Si no quieres terminar gastando más de lo que habías planeado, la clave está en ser consciente de estas estrategias. Puedes controlar tu consumo bebiendo agua entre bebidas alcohólicas o simplemente evitando los aperitivos salados. Otra opción es fijarte un presupuesto antes de salir y ceñirte a él.