La pizza, en todas sus versiones, es un plato icónico de la gastronomía mundial, donde la masa ha evolucionado para ser más esponjosa y ligera con el tiempo. Sin embargo, hay un elemento que se mantiene fiel a su esencia: la salsa de tomate. Esta preparación clásica, con pocos ingredientes, pero de gran impacto, es clave para resaltar los sabores y crear la base perfecta sobre la que se integran la mozzarella y los demás ingredientes.

Truco para hacer la mejor salsa de tomate

La salsa de tomate cumple un papel fundamental en cualquier pizza, no solo por su sabor fresco y vibrante, sino también por su capacidad para “lubricar” la masa y facilitar la amalgama del queso. Hacerla en casa es mucho más sencillo de lo que parece, y el truco está en combinar ingredientes de calidad con una preparación básica, pero efectiva. El primer secreto es elegir buenos tomates. Si tienes tiempo, puedes usar tomates frescos, hervirlos durante un minuto para quitarles la piel y luego triturarlos. Si el tiempo apremia, no hay problema: una buena lata de tomates con pocos conservantes también funciona a la perfección.

Un buen tomate es clave / Foto: Unsplash
Un buen tomate es clave / Foto: Unsplash

Ajo, aceite y especias

El siguiente truco consiste en potenciar el sabor del tomate con un toque de ajo, orégano, ají molido y aceite de oliva. Comienza triturando un diente de ajo y saltéalo en una sartén con un buen chorro de aceite de oliva. Es importante hacerlo a fuego bajo para evitar que el ajo se queme, ya que eso arruinaría el sabor. Este paso permite que el aceite absorba el aroma del ajo, lo que será clave para el resultado final. Añade los tomates triturados a la sartén y mezcla bien. Deja que la salsa se cocine a fuego lento durante unos cinco minutos, hasta que comience a espesar ligeramente y a burbujear. Este es el momento de incorporar las especias: un puñado de orégano, una pizca de ají molido para los que disfrutan un toque picante y, opcionalmente, una cucharadita de azúcar para equilibrar la acidez del tomate.

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Las especias le dan un punto extra de sabor / Foto: Unsplash

El toque final en el horno

Para un sabor inolvidable, extiende la salsa sobre la masa de pizza antes de llevarla al horno por primera vez. Esto permitirá que la salsa se impregne en la masa. Luego, agrega la mozzarella y vuelve a hornear hasta que el queso se derrita por completo. Con estos sencillos pasos, puedes preparar una salsa de tomate casera que será el alma de cualquier pizza. El truco está en la frescura de los ingredientes, la cocción al punto justo y, por supuesto, la pasión por crear algo delicioso.