Hoy, en Cataluña, se consumen el doble de aguacates de los que se consumían hace diez años. Es decir, hemos pasado de considerar a esta fruta como algo exótico y de consumo ocasional, a que pase a formar parte de la familia. Durante este tiempo hemos aprendido multitud de recetas más allá de una simple ensalada con tomate o el clásico guacamole. También hemos conocido sus interesantes propiedades nutricionales y empezamos a ver a los aguacates como esas grasas saludables que son, además de su extraordinario sabor.
La asignatura pendiente
Pero, ¿sabemos cómo conservarlos? No tenemos duda a la hora de saber qué tomate está maduro o cuál necesita unos días de reposo, pero no solemos tener la misma soltura cuando hablamos de un aguacate. Lo mismo que tenemos mil y una recetas para ese tomate que se nos ha pasado y no sabemos qué hacer con un aguacate un poco blando.
El objetivo es simple: rescatar esos aguacates ya muy maduros de un inevitable final en la basura
Regenerar y aprovechar los aguacates es una lección que debemos aprender ya para evitar seguir tirando fruta a la basura. Más todavía si tenemos en cuenta el precio al que se venden los aguacates… Además, ¿por qué los de mejor calidad siempre los venden en packs envasados y te obligan a comprar varios? Reflexiones sobre las políticas de algunos supermercados aparte, ¿qué puedo hacer para dejar de tirar aguacates que se me han pasado?
El truco definitivo
Este truco lo escuché hace un tiempo, pero he querido probarlo varias veces antes de compartirlo. Y es que, aunque la televisión y ahora las redes sociales son una fuente inagotable de información y sabiduría, no siempre todo lo que se promete como “truco definitivo” funciona al 100%. En este caso no es un éxito rotundo, pero sí un apaño genial. El objetivo es simple: rescatar esos aguacates ya muy maduros de un inevitable final en la basura.
Pasos a seguir
En cuanto notemos que un aguacate está demasiado blando y sabemos que no nos lo vamos a comer inmediatamente, solo hay que buscarle un hueco en el congelador. En el momento en que lo necesitas es importante seguir estos pasos:
- Sumerge la pieza en un cuenco de agua caliente unos dos o tres minutos. Puedes calentar un bol en el microondas y no es necesario que esté hirviendo, solo caliente.
- Seca cada pieza y déjala reposar unos diez minutos sobre una superficie seca. Puedes utilizar un paño de cocina o papel absorbente.
- Pasado este tiempo, ya tienes tu aguacate listo para consumir.
Un pero
Lo único malo de este truco es la textura resultante. Si a que ya estaba muy maduro se le suma el paso por el congelador, la textura cambia y tal vez no esté perfecto para una ensalada, donde se busca que cada trozo tenga consistencia y esté firme. Pero la textura que resulta sí es ideal para una tostada o para preparar un delicioso guacamole. Eso sí, el sabor es perfecto. Algo que, al final, es lo importante en la mayoría de las preparaciones.