La comida rebozada es sinónimo de éxito asegurado. La carne rebozada suele ser la comida preferida de los más pequeños, pero esta técnica culinaria también se utiliza en las cocinas más refinadas del mundo. Sea cual sea el plato que prepares, la clave de un buen rebozado es la calidad de los ingredientes y la ejecución de la receta. Te explicamos algunos trucos que utilizan los cocineros para conseguir un rebozado perfecto.

🤫 El ingrediente secreto que tienes que poner en el pan rallado para mejorar el sabor de la carne rebozada
 

El rebozado ideal

El mejor rebozado es el que queda uniforme, con el producto tierno por dentro y una capa crujiente por fuera. Por lo tanto, para conseguir la mejor capa de rebozado posible, es importante que no queden grumos. El cachopo es uno de los platos rebozados más famosos de todos, pero desde el San Jacobo hasta las croquetas, pasando por el tonkatsu, la verdura en tempura o el schnitzel, estos son algunos de los trucos que tienes que tener en cuenta para conseguir el mejor resultado en la cocina de casa.

La clave de un buen rebozado es la calidad de los ingredientes y la ejecución de la receta

Mantener la superficie seca

A la hora de cocinar podemos rebozar prácticamente cualquier alimento, desde un pescado hasta una fruta. No obstante, lo más habitual es rebozar la carne, el pescado o algunas verduras. Como son alimentos frescos, es importante que a la hora de rebozar la superficie esté seca o no muy húmeda. Si ponemos harina en una superficie con un exceso de humedad, corremos el riesgo de que se formen grumos y el proceso de rebozado no sea perfecto.

Tamizar la harina

Otra de las claves es utilizar la harina en buen estado, sin aglutinar. Para conseguirlo es ideal tamizar la harina antes de incorporarla al alimento con que estemos cocinando. Un colador doméstico (como más fino, mejor) es el utensilio ideal para tamizarla. La vertemos toda y a base de pequeños golpes en el colador, la harina irá cayendo sin aglomeraciones ni grumos.

No tamizar la harina puede dejar grumos en la masa / Foto: Unsplash
La harina es la base del rebozado / Foto: Unsplash

Retirar el exceso de harina

Pero tamizar la harina no nos asegura el éxito. Antes de continuar con el resto de ingredientes conviene asegurarse de que la cantidad de harina es la justa y adecuada. Para hacerlo, lo único que tendrás que hacer es sacudir ligeramente el producto para que la harina sobrante, la que no se ha adherido a la carne, al pescado o a lo que sea que quieras rebozar, caiga.

Batir con cuchara

La harina no es el único ingrediente con truco. El huevo es el aglutinador indispensable que hace que un rebozado quede consistente. Para batirlo, aunque se puede hacer con varitas o tenedores, suele ser mejor utilizar una cuchara. De esta manera evitaremos introducir aire a la mezcla de clara y yema y conseguiremos que no se forme espuma. Al fin y al cabo, la espuma no dejan de ser grumos de aire, y los grumos son precisamente lo que queremos evitar.