Los crepes son una de las delicias más golosas de la gastronomía francesa. Versionadas y popularizadas por todo el mundo, en Catalunya se suelen preparar como postres, en desayunos y meriendas o como plato principal si se hacen salados. Pero para hacer los mejores crepes en casa tienes que tener en cuenta los siguientes trucos. Tres detalles sin importancia aparente que te permitirán conseguir un resultado perfecto. Disfruta de este plato con el cual podrás sacar a tu pequeño chef interior.
Haz la masa casera
Como en tantas otras recetas, si la base se hace casera, el resultado siempre acabará siendo mejor. Un caldo, una bechamel o una salsa boloñesa; cocinar el elemento principal en casa desde cero te permite jugar mucho más con los sabores y las texturas que si compras elementos básicos ya hechos. Con los crepes pasa lo mismo. En muchos supermercados vienen masa de crepe líquida preparada para cocer, pero una de las pegas más importantes que tiene (además del sabor) es que se forman muchos grumos. Las partes líquidas y sólidas de la masa no vienen bien mezcladas y la sedimentación de la parte sólida hace que se acabe depositando todo en el fondo del tarro. Eso crea grumos indeseados en el resultado final que pueden llevar a dejar partes de la masa cruda.
Este es el motivo por el cual las creperías profesionales utilizan utensilios especiales para repartir la masa por sus planchas redondas
No te pases con el fuego
Uno de los quebraderos de cabeza que te puede traer la masa de supermercado es, precisamente, dejar partes de la masa cruda. Grumos demasiado grandes que no se cuecen bien y que hacen que el crepe tenga sabor de harina blanda. Lo que también sería un error, sin embargo, es cocer demasiado o demasiado fuerte el crepe al fuego. Si subes la intensidad del fuego o lo dejas más rato de lo que tocaría, quizás consigues cocer estas partes más crudas, pero seguro que también quemarás las más delgadas. Para conseguir una cocción homogénea, lo más importante es repartir bien la masa por la sartén de manera uniforme. Este es el motivo por el cual las creperías profesionales utilizan utensilios especiales para repartir la masa por sus planchas redondas. Además, una cocción demasiado fuerte puede crear burbujas que deterioren la estructura y la consistencia del crepe.
Rellena en la medida justa
Tanto si utilizas chocolate a la taza, crema de cacao, jamón dulce y queso o sobrasada con miel, el relleno del crepe se tiene que hacer en la medida justa. Está claro que a cada uno le gustará de una manera o de otra, y si te apetece mojar el crepe de chocolate hasta que no te quepa más, no seremos nosotros quien te lo impidamos. Pero para conseguir un sabor equilibrado y una textura perfecta para comerse el crepe de la manera más cómoda, conviene rellenarla de una manera determinada en función de la manera como la dobles. La manera más habitual es doblarlo dos veces por el medio para comértela en forma de cuarto. El volumen de relleno dependerá de la intensidad de los sabores, pero llenar medio crepe entero y después doblarlo como hemos dicho suele ser una manera equilibrada de hacer que quede genial.