El 10 de diciembre de 2017, Catalunya hizo historia en todo el mundo. No fue la noticia de la noche ni tampoco del año. Seguramente, fue un hecho desapercibido para muchos presentes a la sala y para todos los medios de comunicación presentes. Hablamos de la gala de los Premios Nobel que se celebraron hace ahora siete años en Estocolmo. Acontecimientos mundiales de este calibre requieren la mejor vajilla y cubertería, los mejores platos y los mejores vinos. Y, aquí, es donde el Priorat pisó la alfombra roja con fuerza, de la mano de la bodega Clos Galena. Se trata del vino Formiga de Vellut 2014, que se convirtió en el primer vino catalán, y hasta la actualidad único, servido en la cena de los Nobel durante los más de 100 años de historia de los premios y donde la propietaria de la bodega es una mujer.

El vino catalán que hizo historia por todo el mundo

Con posterioridad a la gala, Merche Dalmau, propietaria de Clos Galena, pronunció unas palabras para la posteridad de su bodega y de la trayectoria de más de 15 años que llevaban en aquella época. "Es un gran honor que un vino de Clos Galena, Formiga de Vellut haya estado presente en la mesa más intelectual de la tierra y donde se premia la excelencia", expresó. Formiga de Vellut 2014 se sirvió durante la cena de los Nobel, un hecho que no solo contribuye a confirmar la calidad del vino, sino también a hacer valer el conjunto de los vinos de Priorat y en especial atención en los vinos ecológicos y respetuosos con el medio ambiente. Actualmente, el camino se enfila hasta los 25 años, un cuarto de siglo, apostando por el territorio, la proximidad y, también, la exportación en los mercados más suculentos.

La fotografía de la reina Silvia en la deslumbrante Sala del Oro del Ayuntamiento de Estocolmo degustando una copa de Formiga de Vellut hizo la vuelta al mundo. "El plato principal estaba bien, el vino increíblemente bueno", destacaba el Svenska Dagbladet, uno de los diarios más leídos de Suecia. Clos Galena celebró por todo lo alto que se escogiera un vino tinto de la DOQ Priorat para armonizar los Nobel y acompañar una comida firmada por Stadshusrestauranger en colaboración con el chef Tom Sjöstedt.

El Formiga de Vellut, al detalle

El primer touch olfativo de Formiga de Vellut, 60% garnacha, 20% cariñena y 20% syrah, nos recuerda los vinos de maceración carbónica, donde dominan las impresiones de cerezas y cantos rodados de fresa; uno bueno agitado en copa los desarrolla en aromas anisados e higos. Y una cosa muy curiosa, Formiga de Vellut desprende olores en pimienta negra y escofina, elementos muy comunes con ciertos vinos del Ródano. La bouche está sabrosa y concentrada, con una dosis de madurez excelente que se aprecia muy bonita; una madurez justa e impecable de texturas atlánticas que indican un elegante frescor.