"Nuestros clientes siempre nos han dicho que los xuixos de la Triunfo eran los mejores del mundo", comenta entre carcajadas y con orgullo Gisela Bellart. La pastelera, tercera generación al frente de la pastelería Triomf en el barrio de Poblenou, en Barcelona, empieza la jornada cada día antes de las 6 de la mañana para intentar responder al boom de clientes que quieren comprar "El Mejor xuixo del Mundo". Y es que la pastelería ha pasado de vender 20 xuixos diarios y 40 los sábados y los domingos a agotar existencias cada mañana, a pesar de preparar 800 cada día. Todo, después de ganar la cuarta edición del concurso Mejor Xuixo del Mundo, celebrado en la Escala, Alt Empordà, el pasado 10 de marzo.

Los secretos: la crema y la masa crujiente

Desde hace 18 años, Gisela Bellart prepara los xuixos tal como lo hacía su abuelo, Antoni Bellart. Él hizo la mili en Figueres y allí aprendió a hacer. De hecho, hacía mil al día. Cuando acabó el servicio militar, llevó la receta hacia su pastelería del Poblenou de Barcelona, a los años 50.

El mejor xuixo del mundo de la pastelería Triomf / Foto: Cedida

Más allá de la receta, Gisela defiende que la calidad de los ingredientes es la clave: harina, levantado, sal, azúcar, agua y manteca para la masa; leche, azúcar, yema de huevo, piel de limón, maicena y canela, para la crema. Junto con la calidad de los ingredientes y la mano del pastelero, quien da forma a la masa y hace los xuixos uno a uno, otro elemento clave para saborear el xuixo perfecto es que sea del día. "De un día por el otro, la crema y la masa pierden sabor y crujiente", argumenta Bellart.

Gisela se había presentado a todas las ediciones del concurso el Mejor Xuixo del Món, con la sensación que alguna cosa fallaba. En el obrador, decidieron que quizás había que poner más crema, ya que, después de freír el xuixo, la proporción masa/crema disminuía. "Arriesgamos afinando la masa y poniendo más crema, siempre teniendo en cuenta que, una vez en la freidora, aguantara", explica Bellart. Parece que el mejor xuixo del mundo no tiene otros secretos: "Una materia prima de la mejor calidad y las manos con experiencia del profesional. Y, para el rebozado, azúcar y canela, matiza la pastelera, que en el 2021 recibió el premio al Mejor Joven Artesano Alimentario Innovador, que otorga la Generalitat de Catalunya.

72 años de pastelería y tradición en el Poblenou

La Triomf nació en 1952 en la Rambla de Poblenou como una pastelería/charcutería, porque los padres del fundador, Antoni Bellart, eran carniceros y charcuteros. El año 1993, el negocio pasó a manos de la segunda generación, que lo convertiría en pastelería con zona de degustación, especializada con bombones, pastas de té y pasteles tradicionales.

Como nieta del fundador, Gisela Bellart tuvo claro que alguien de los ocho nietos tenía que continuar el legado familiar y también formar parte de esta red de comercios tradicionales que sobreviven a las décadas y a los usos y costumbres de las ciudades. Para estar al frente de un negocio, pienso que tienes que conocer todo su entramado. Estudié cuatro años de pastelería y hasta ahora", explica orgullosa de ser el presente y futuro de la Triomf.