Aunque a simple vista puedan parecer muy parecidas, lo cierto es que no todas las lechugas son iguales. Hay diferencias notables en sabor, textura, color y hasta en el uso que se les da en la cocina. Esto es lo que nos explica un verdulero experto en un vídeo compartido en la cuenta de Instagram @planeta_verdura, donde hace un repaso por algunas de las variedades más populares y revela cuál conviene elegir según lo que vayamos a preparar. Así que la próxima vez que vayas al mercado, quizá te lo pienses dos veces antes de coger la primera lechuga que veas.

Qué tipo de lechuga debemos escoger

Una de las más conocidas y consumidas es la lechuga iceberg, fácilmente reconocible por su color verde muy claro y su forma redonda con hojas compactas. Esta variedad destaca por su alto contenido en agua, lo que le da una textura especialmente crujiente pero también un sabor muy neutro y suave. Precisamente por eso es una opción ideal para quienes no quieren que el sabor de la lechuga compita con otros ingredientes. Funciona especialmente bien en ensaladas clásicas, bocadillos o hamburguesas, ya que aporta frescor y textura sin robar protagonismo al resto.

Lechuga iceberg / Foto: Unsplash
Lechuga iceberg / Foto: Unsplash

Otra opción muy apreciada es la hoja de roble, una lechuga que se distingue por su combinación de colores verdes y morados, y por sus hojas más sueltas y onduladas. En cuanto al sabor, aunque sigue siendo suave, ofrece un ligero matiz a fruto seco, lo que la hace mucho más interesante si se busca dar un toque especial a los platos. Es perfecta para ensaladas con frutos secos, quesos o incluso frutas, y también resulta muy atractiva a nivel visual, por lo que se usa a menudo en la decoración de platos.

La hoja de roble se distingue por su combinación de colores verdes y morados

El vídeo no solo ofrece una guía práctica sobre qué lechuga elegir según nuestras necesidades, sino que también invita a reflexionar sobre lo poco que sabemos, en general, sobre los ingredientes más cotidianos. Muchas veces elegimos la lechuga “de siempre” por inercia, sin tener en cuenta que una buena elección puede cambiar por completo la experiencia de un plato.

 

 

Así que ya lo sabes: la próxima vez que vayas a preparar una ensalada o un bocadillo, pregúntate primero qué papel debe tener la lechuga en tu receta. ¿Debe destacar? ¿Acompañar? ¿Aportar textura? La respuesta te llevará a la elección correcta. Y si tienes dudas, ya sabes que siempre puedes confiar en los consejos de quienes están cerca de la tierra: los verduleros.