Ir de tapas y beber vino es una de las costumbres más características de nuestra cultura. Sin embargo, cada aperitivo debe combinar con el maridaje del vino adecuado y no siempre es fácil encontrar ese punto justo. Conviene saber qué es mejor para cada ocasión, aunque después bebas lo que más te apetezca. Estos son los maridajes ideales para tomar con las tapas más populares de nuestra casa.
El vino perfecto para acompañar cada tapa
- Empecemos por uno de los vinos más extendidos: el tinto. Si queremos saborear al máximo cada tapa y cada copa de este vino debemos saber que cuanto más viejo es un vino, más se intensifica el sabor a madera; en cambio, cuanto más joven sea, más afrutado será el sabor del vino que pidas. En el caso de tintos viejos podemos optar por tapas con carnes rojas, jamón o quesos con sabores contundentes que darán volumen a cada bocado y lo acabarán de complementar.
- En el caso de los vinos blancos y rosados podemos elegirlos perfectamente con uno de los pinchos más populares de la gastronomía española y un reclamo universal: la tortilla de patata. Un vino de crianza ligera con alguna nota afrutada es la combinación perfecta para degustar con esta creación tan típica que solemos encontrar en la mayoría de negocios hosteleros en toda la geografía de la península. Aquellas tapas que incorporen carnes blancas y más suaves como el pollo o el pavo combinan muy bien con este tipo de vinos. Es cierto que son tapas menos populares, pero es otra opción a tener en cuenta.
- Los vinos espumosos maridan perfectamente con croquetas, canapés o mariscos y los rosados pueden ir muy bien con tapas hechas a base de arroz o pasta, incluso con algo de sushi si eres un devorador de platos japoneses.
- Los vinos finos o los manzanilla se suelen asociar con tapas que son fritas, en salazón o encurtidos, como pueden ser unos pepinos picantes.
Ir de tapas y beber vino es una de las costumbres más características de nuestra cultura
No obstante, como decimos siempre en La Gourmeteria, el universo del vino y de la comida tiene cabida para todo tipo de paladares, por lo que esto son tan solo nuestras recomendaciones subjetivas. Cada persona debe guiarse siempre por sus gustos personales y elegir la tapa que mejor le sepa con cada tipo de vino. Y es que las tapas son unas creaciones alimenticias con sabores e ingredientes muy particulares y con características muy distintas según el lugar geográfico en el que nos encontremos. Además, están en constante evolución, y algunas tapas que hoy ni conocemos, quizás serán populares en cuestión de dos o tres años.
Lo importante es poder degustar grandes vinos y tapas en buena compañía y seguir con esta tradición tan arraigada de la que disfrutamos tanto. Así que la respuesta es que sí, el vino, por mucho que pasen los años, sigue siendo un aliado perfecto a la hora de acompañar tus tapas favoritas.