El mundo del vino esconde muchos más secretos de los que te piensas. Y no hablamos solo de los conceptos técnicos difíciles de entender, sino de la realidad de un sector muy interesante vinculado al territorio. Hoy entramos de lleno en la realidad de la vitivinicultura catalana a través de tres profesionales del sector que nos han abierto las puertas de su realidad.
El mundo del vino explicado desde dentro
¿Cómo se llega a ser enóloga? ¿Y agrónoma en una viña? ¿Qué diferencias hay entre el trabajo en una gran bodega y en una pequeña? Estas son algunas de las cuestiones que la agrónoma Imma Pausas y las enólogas Judit Sabaté y Laura Tragant nos resuelven en La Gourmeteria. Pausas i Tragant hace quince años que trabajan conjuntamente en Codorniu, mientras que Sabaté es enóloga de la única bodega ubicada dentro de un monasterio, en la Abadía de Poblet.
¿Qué se tiene que estudiar para dedicarse al vino?
El mundo del vino es uno de los sectores vinculados a la agricultura más tecnificado de todos. Hacer vino es una ciencia; al fin y al cabo, la enología no es tan diferente de la química. Por lo tanto, para dedicarse a ello, las opciones son diversas: la vía más rápida, y la escogida por Judit Sabaté, la más joven de las tres, es hacer el grado de enología que ofrece la Universidad Rovira i Virgili (URV) de Tarragona. Una carrera universitaria relativamente nueva y que Imma Pausas y Laura Tragant no pudieron cursar cuando tuvieron que escoger estudios. En su caso, las dos hicieron Ingeniería Técnica Agrícola y después se especializaron en agrología y enología respectivamente. Sin embargo, hay otras escuelas que ofrecen formación vitivinícola, como la escuela agraria Mercè Rosell i Domènech de Espiells, en el Penedès.
¿En qué se diferencia el trabajo en el campo y en la bodega?
La viña y la bodega son dos realidades diferentes que no se entienden la una sin la otra; en la viña se hace uva y en la bodega se hace vino, pero el trabajo entre los dos mundos tiene que ir siempre en sintonía. "En bodegas grandes existe una figura para la viña y una para la bodega, como en el caso de Imma y yo. Pero aunque nos encargamos de tareas diferentes, tenemos que trabajar conjuntamente durante todo el año", explica Laura Tragant. En bodegas pequeñas, como la de la Abadía de Poblet, personas como Judit Sabaté se tienen que encargar de tareas tanto en el campo como en la bodega: "Los trabajos en una bodega son muy variados al cabo del año. Te tienes que encargar de tareas tanto en la viña como en el laboratorio, y a mí eso me llamó mucho la atención".
El problema no es que los jóvenes no estudien cómo se hace el vino, sino que las nuevas generaciones no se interesan por la agricultura
¿Hay relevo generacional en la vitivinicultura?
"En mi generación hay un principio de cambio para decantar la balanza en favor del relevo. Cada vez somos más los jóvenes que no queremos que se pierdan las tierras de los abuelos y los bisabuelos", explica Judit Sabaté. El problema no es que los jóvenes no estudien cómo se hace el vino, sino que las nuevas generaciones no se interesan por la agricultura. El problema de fondo del relevo generacional con el vino es lo mismo que el del resto del sector alimentario: la falta de campesinos jóvenes. "El 40% de la gente que se dedica al mundo agrario tiene más de 55 años. Y tan solo un 20% tiene menos de 41. El porcentaje de jóvenes tendría que ser muy superior", afirma Imma Pausas.
¿En qué estado de salud se encuentra el sector en Catalunya?
Para Pausas, "es un momento agridulce. Las ventas de cava -mi sector concreto- van mejor que nunca, pero la sequía ya empieza a causar estragos y la sensación general es de bastante desánimo". Las tres coinciden en que hace falta un cambio general para revertir el declive inminente, causado sobre todo por la imprevisibilidad de las condiciones climáticas. Un cambio que tiene que implicar a todos los actores: administraciones públicas, Denominaciones de Origen, productores, elaboradores...
"A veces me ha costado más desarrollarme porque era joven que porque era mujer"
¿Con qué barreras se encuentran las mujeres en el sector?
El mundo del vino, al contrario de lo que se acostumbra a pensar, tiene mucha más presencia femenina de la que parece. Y el problema es, precisamente, este, la invisibilización de las mujeres en el sector; la mayoría de cargos de responsabilidad los ocupan hombres, aunque las aulas de las facultades, tal como explican Pausas, Sabaté y Tragant, acostumbran a tener más mujeres que hombres.
El problema no son las entidades, sino de la estructura social instaurada en todas partes, que ha relegado a las mujeres a un segundo plano, a pesar de ocupar la mayoría de puestos de trabajo. A pie de viña, sin embargo, las barreras de género no son el principal escollo. "A veces me ha costado más desarrollarme porque era joven que porque era mujer", dice Imma Pausas.