Un postre de sobremesa. Los buñuelos de viento son tan fáciles de hacer como de comer, pero se debe seguir la receta al detalle. Los habrás comido muchas veces, ahora sólo te falta aprenderlos a cocinar. Y si dudas entre un beso y un buñuelo de viento, maridalos con vino rancio y acaba decantando la balanza a su favor.

Una receta de Gerard Pintó, ceo y director creativo en @theplaycook

LA GOURMETERIA 4 30 M

Ingredientes para la masa (o pasta choux)

  • 125 g de harina
  • 80 g de mantequilla
  • 125 ml de leche
  • 125 ml de agua
  • 4 huevos
  • La piel de una naranja
  • 1 rama de canela
  • Sal
  • 0,5 litros de aceite de oliva virgen extra (para freír)
  • Azúcar para rebozar
  • Vino rancio

Receta​

  1.  En una olla pequeña, calentar el agua y la leche, y cuando empiece a hervir apagar el fuego y añadir la piel de naranja y la rama de canela. Dejar infusionar 15 minutos y colar.

  2.  En una olla mediana, mezclar el agua y la leche infusionada, la mantequilla y la sal, y calentar hasta que hierva. Cuando empiece a hervir, bajar el fuego y añadir la harina de golpe (previamente tamizada). Batir enérgicamente sin dejar de cocer durante 1 o 2 minutos, hasta que la masa esté perfectamente integrada y empiece a pegarse en el culo y paredes de la olla. Apagar el fuego, apartar el cazo y dejar enfriar a temperatura ambiente.

  3.  Añadir los huevos uno a uno a la masa, mezclándolos bien antes de incorporar el siguiente.

  4.  En una sartén grande, verter el aceite de oliva e incorporar la masa de los buñuelos, una a uno, con dos cucharas. Freír a fuego suave durante 6 o 7 minutos hasta que queden bien tostados, ayudándose de una espumadera para moverlos y hundirlos en el aceite. Es muy importante darles la vuelta a medida que vayan explotando, de manera que al final se genere una corteza en toda la superficie de cada buñuelo.

  5.  Una vez fritos, retirarlos con la espumadera para escurrir el exceso de aceite y echarlos directamente a un plato con azúcar para rebozarlos. Reservar sobre papel absorbente hasta el momento de su consumo.

  6.  Servirlos acompañados de vino rancio seco.

Consejo

El secreto de unos auténticos buñuelos de viento es freír la masa muy lentamente y asegurarse de que no queda cruda en el interior. Solo así conseguirá una textura y apariencia correcta: tiernos, esponjosos y vacíos por dentro.