El viernes pasado se celebró en Senya Blanca, con gran éxito, la Cena de los Sentidos, un acto de conmemoración del centenario del proyecto de ciudad-jardín de S'Agaró organizado por la familia Ensesa, donde asistieron 450 personas. En los momentos previos al acto, me encuentro con dos de los nietos de Josep Ensesa i Gubert, Virginia Ensesa Viñas y Xavier Sibils Ensesa, en el salón de la chimenea del Hostal La Gavina para hablar tanto de S'Agaró como de las actividades del centenario, pero también de la propia familia Ensesa, especialmente del abuelo Josep, un hombre emprendedor y visionario que soñó S'Agaró hace cien años y que descubrió la Costa Brava al mundo.

Virginia Ensesa Viñas y Xavier Sibils Ensesa en el salón del Hostal La Gavina / Foto: Víctor Antich

¿Qué es la Asociación S'Agaró 100 y cuál es su finalidad?
Virginia Ensesa (VE): Cuando decidimos que haríamos algo por el centenario, porque queríamos celebrarlo de alguna manera, nos reunimos un día aquí, en La Gavina, todos los primos para hablar de ello. S'Agaró se rige por una entidad de conservación y llegaban elecciones, entonces ya nos presentamos con el nombre de la candidatura del centenario y ganamos. Entonces, decidimos, para diferenciar exactamente nuestras tareas de todo el tema presupuestario y para hacer las cosas bien hechas, crear esta asociación que se llama S'Agaró 100. Tiene el lema de "Sentido y sentimiento", porque se nos ocurrió este eslogan y pienso que lo define muy bien. Creamos esta asociación que está registrada, es sin ánimo de lucro y tiene una caducidad, ya que, cuando se acabe el centenario, desaparece la fundación. La llevamos y la regimos entre las tres ramas familiares. Nuestro abuelo tenía tres hijos, por orden de edad, mi padre Josep, mi tía Carme (Xavier es descendiente de Carme) y nuestra tía Anna, que tiene siete hijos, uno de los cuales es Lluís Sibils Ensesa, que está dentro también de la asociación. Entonces, entre los tres primos hemos organizado toda esta trama.

¿Cuáles han sido los actos principales por la celebración del centenario?
Xavier Sibils (XS): Al principio no teníamos claro qué haríamos. Lo único que teníamos claro es que queríamos celebrar el centenario para dar a conocer lo que había hecho nuestro abuelo. Y empezamos a hacer lluvia de ideas y marcamos una serie de actos entre todos. Virginia tuvo mucho que ver en esto. La primera idea fue la de la estatua de nuestro abuelo en S'Agaró. No había ninguna y queríamos hacer un reconocimiento público más allá de una plaqueta, que ya existía en la iglesia y el camino de Ronda, que lleva su nombre. La estatua fue el primer acto del centenario. La estatua la financiamos entre los quince primos con el apoyo de uno de nuestros propietarios, que es uno de los patrocinadores de S'Agaró. Y a partir de aquí, decidimos hacer la exposición del camino de Ronda, también publicamos un libro que recoge lo que han sido estos 100 años de la manera más fidedigna y correcta.

Lo único que teníamos claro es que queríamos celebrar el centenario para dar a conocer lo que había hecho nuestro abuelo

Virginia, Xavier y Lluís con la estatua de Josep Ensesa

¿Para contrarrestar los rumores que a veces circulan y no son del todo verdad?
VE: Al principio, como empezábamos de cero, no teníamos nada más que ideas. Y organizamos los actos de manera que ellos solos tuvieran vida propia. Que en caso de no tener suficiente financiación o no la consiguiéramos, por ejemplo, no hacer el concierto, pero sí poder hacer lo demás, o al revés. Pusimos unas prioridades. Primero de todo, la estatua para el abuelo y, después, hacer cosas que representaran todo lo que se había hecho durante estos 100 años, pero que, de alguna manera, si no conseguíamos el objetivo final, pudiéramos eliminar una parte. ¿Y qué ha pasado? Que no hemos eliminado ninguna parte, hemos conseguido hacerlo todo. Hemos tenido enseguida el apoyo de instituciones como la Diputación de Girona y el alcalde de Castell d'Aro, Platja d'Aro y S'Agaró ha estado desde el primer día a nuestro lado. Finalmente, el mes de julio pasado, obtuvimos que por acuerdo de la Generalitat se declarara el centenario de S'Agaró año oficial. Esto ha dado mucho impulso y la gente ya dice: "Ostras, quizás sí que me lo creo que estos harán un centenario bien hecho".

Habéis alcanzado los objetivos.
XS: Los hemos alcanzado. Y superado. En el sentido de que estamos haciendo cosas en los mismos acontecimientos, no hemos aumentado el número de acontecimientos nosotros. Fuera, sí, cosas que nos han hecho, que nosotros no hemos promovido, pero sí que hemos hecho cosas más pequeñas para hacer los acontecimientos un poco más completos. La primera financiación propia la dimos básicamente unos cuantos propietarios, entre los cuales nos podemos incluir, que son los que dieron el pequeño fondo para salir adelante y lo plantearon todo. Después, empezaron a venir, por la vía de Virginia, las subvenciones. Primero vino la Diputación, el Ayuntamiento y, por último, la Generalitat. Sin poner los números sobre la mesa, podemos decir que más o menos hemos conseguido una financiación de terceras partes. Una tercera parte de colaboradores privados o los fondos que estamos generando nosotros mismos, como, por ejemplo, la venta del libro o las pocas entradas que nos han sobrado del concierto. La tercera parte son patrocinadores, empresas privadas que nos han patrocinado los diferentes acontecimientos y la última tercera parte, las instituciones encabezadas por la Generalitat.

Ha quedado patente un criterio de unidad en el centenario.
VE: Exacto, no queríamos hacer setas diferentes, sino que todo tuviera un hilo conductor. Entonces, lo primero que hicimos fue un concurso y cogimos a unos diseñadores gráficos que nos han hecho el logo y el libro de estilo, y todo tiene continuidad: el color, el grafismo... En casa se ha tenido siempre muy en cuenta la estética y las cosas de diseño bien hechas. Esta gente, que son una cooperativa de Girona estupenda, nos hizo este magnífico trabajo de presentación y eso ya fue también un impulso, porque ya empezamos a presentar las cosas de otra manera.

Hay que ver el trabajo previo que suponen estos 100 años.
VE: Hemos trabajado mucho, sí. Hemos trabajado mucho porque lo hemos hecho nosotros. Con ayuda puntual de profesionales. Pero, por otra parte, nos lo hemos pasado bien. Hemos encontrado cosas, hemos buscado, hemos ordenado los archivos de mi padre... Y en este sentido, ha sido un reto. Nos lo hemos pasado bien. Todo el tema del Palau Robert se ha hecho con unos comisarios que han hecho el libro, porque dijimos: "Hombre, si hacemos una exposición en el Palau Robert, qué menos que hacer un catálogo". Entonces, el catálogo, que tenía que ser un catálogo pequeñín, al final ha sido un libro importante. También hemos conseguido desarrollar todavía más este libro y hacer un libro de edición limitada numerada con mucha más extensión. De edición librería, hemos hecho una tirada de 2.000 y llevamos la mitad de vendidos.

Estatua Josep Ensesa

El libro, 'S'Agaró 1924-2024', no es solo la historia de un negocio familiar, ¿diríais que es un retrato de una época?
VE: S'Agaró es mucho más que un lugar fantástico, con una arquitectura en armonía con la naturaleza, que es absolutamente respetuosa, en que no se ha edificado ninguna barbaridad, en la que todo ha tenido una línea, una manera de hacer, una estética, y ha marcado normas urbanísticas hoy en día vigentes. No solo eso, ha sido el refugio de las artes, se han rodado películas, han estado aquí todos los políticos de todos los colores, de todos los países. Encontré un recorte que había venido el sultán de no sé dónde. Ha venido a veranear Raymond Burr, también Selwyn Lloyd, políticos muy importantes en aquel momento: Azaña, Companys, Tarradellas... Todo el mundo. Ha sido un centro neurálgico en muchas cosas de la vida. Nuestro abuelo también fue un precursor en todo lo que es el diseño de carteles, de cartelismo. Tenemos unas colecciones de carteles brutales de la época y, por lo tanto, marcan una época.

S'Agaró es mucho más que un lugar fantástico, con una arquitectura en armonía con la naturaleza, que es absolutamente respetuosa, en que no se ha edificado ninguna barbaridad, en la que todo ha tenido una línea, una manera de hacer, una estética, y ha marcado normas urbanísticas hoy en día vigentes

Muchos dicen que vuestro abuelo era un visionario. ¿Cuál era su visión del turismo y su ideal? ¿Coincidía con la imagen pública? ¿Qué recuerdos guardáis de él?
VE: Hay varias versiones, desde mi punto de vista. Era un visionario. Era un hombre con determinación, con un carácter, diríamos, complicado o rígido. Un hombre que tenía las ideas claras y fijas: si él quería ir allí, allí iba, encontraba la manera de llegar y de hacer. Por otra parte, a los nietos nos llevaba muy rectos. ¿Eh, Xavier, recuerdas en Panticosa, que nos hacía entrar en el restaurante en fila india y por orden de edades? Era un hombre, a veces, complicado. Pero también tenía una parte más tierna, si le sabías llevar la corriente. Yo era más camaleónica que él, le hacía la jugada y le decía a todo que sí, y no tenía problema. Pero sí que era un hombre rígido y un visionario absoluto. Yo tengo unos escritos en que explica cómo él ve el turismo, en los años cincuenta. Él quería que La Gavina estuviera abierta todo el año y la tenía abierta todo el año, porque tenía una economía que daba absolutamente igual si dormía una persona o diez o quince; pero, claro, es una cosa muy difícil de sostener en un momento difícil. Él lo hizo y él habría querido que esto siguiera un poco el ejemplo de la Costa Azul, como la costa italiana, donde se saben vender mucho mejor y que de alguna manera no nos tienen nada que envidiar. Por ejemplo, si tú coges Sanit Tropez o Montecarlo, sí, es muy bonito, pero es todo subida y bajada. Si tienes una casa, que vale lo que quieras, para ir a tocar el agua te estás dos horas de cola por aquellas carreterillas. Así, él hizo de estas rocas un paraíso. Lo convirtió en un paraíso porque esto es un pequeño paraíso. No lo sé, ¿me he dejado algo del abuelo?
XS: No, el aspecto este que era rígido y serio con nosotros, pero también era afectuoso cuando quería. Todos le teníamos mucho respeto y tratábamos de darle la razón sin tomarle el pelo. Ahora, si le hacías una gamberrada, se acordaba durante mucho tiempo. Bueno, de entrada, como se estilaba en aquella época, lo tratábamos de usted. De vez en cuando, a mis nietos les digo: "Ay, si yo le hubiera dicho esto a mi abuelo, habría salido volando por la ventana", y nos reímos.
VE: También era un hombre con una gran personalidad. Allí donde entraba el abuelo, se notaba. No era una persona que entraba y nadie se fijaba en él, no. Tenía una personalidad realmente fuerte. Él en aquella época hablaba cinco idiomas perfectamente. Igual que nuestros padres. Eran gente avanzada a su época, evidentemente.
XS: Cabe decir que el alemán se les oxidó un poco, pero las otras lenguas, no.
VE: El alemán mi padre también lo hablaba, lo entendía, decía unas cuantas frases, pero es el que más oxidado tenía. Pero bueno, el inglés y el francés, como si fuera el catalán. Y también nos han educado de esta manera a nosotros.
XS: Por lo que explican, a él también lo educaron así, nada más acabó los estudios, su bisabuelo lo puso a barrer la fábrica, para que supiera cuál era su lugar, aunque fuera hijo del dueño.

Vista aérea Senya Blanca

¿Cuál ha sido vuestra evolución desde que abristeis hasta ahora, qué habéis querido mantener y cuáles son los cambios que habéis experimentado?
XS: Había un refrán que yo le dije a mi jefe cuando trabajaba de ingeniero en una empresa, que es que en la típica familia de tres generaciones, la primera crea la empresa, la segunda la mantiene y la tercera la vende. Y aquí vamos casi por la quinta. Él tiró el carro de lo que había iniciado nuestro bisabuelo y desarrolló todo esto. Nuestros padres lo siguieron manteniendo en épocas y los que hemos venido detrás, cada uno a su manera, lo hemos seguido sacando adelante. Espero que de ahora en adelante lo mantengan.

Vosotros sois la cuarta generación, ¿la quinta ya está calentando motores?
VE: Nunca se sabe eso... Yo puedo hablar más de lo que es nuestro, que es La Gavina. Nosotros tenemos claro que hemos seguido lo que mi padre y mi madre nos inculcaron: intentar mantener, renovar, invertir, no vender nunca... Toda una serie de cosas y la verdad son que las estamos llevando a cabo. Mis primos desarrollaron toda la parte urbanística de la Conca, y lo han hecho de una manera estupenda. Es el S'Agaró nuevo. Pero ahora hemos conseguido entre todos los primos que S'Agaró quedara protegido, por lo tanto, ya no se puede hacer mucha cosa más. O sea, si mi hija y los hijos de mis hermanos quieren, esperemos que sepan seguir llevando La Gavina a este nivel de calidad y excelencia actual.
XS: Como territorio, S'Agaró está cerrado, no es ampliable. Somos 172 miembros, de los cuales hay dos hoteles, y de las 170 parcelas, para decirlo de una manera, hay 164 edificadas. Ahora lo que tenemos, después de mucho batallar —si estuviera aquí Lluís, te haría una verdadera disertación de la dificultad que han sido estos 12 años para conseguirlo—, es el plan especial de protección, lo que llamamos el PEP.

¿Qué es el PEP?
VE: Entre otras cosas, nos garantizará tener S'Agaró cerrado, el mismo nombre lo indica: plan especial de protección. De entrada, en este momento está aprobado y está en curso de aprobación el proyecto de ejecución, donde tenemos que rehacer de nuevo todo S'Agaró. En concreto, las calles. Es peor que hacerlo de nuevo, porque si tú haces una cosa de nuevo, no hay usuarios. Ahora tenemos un programa, que si todo va según los planes previstos, empezaremos en septiembre del año que viene y tiene que durar dos años, en el cual se prevé levantar todo el suelo y rehacerlo, es decir, hacer todas las conducciones subterráneas nuevas, enterrarlas, poner por el suelo todos los cables aéreos, fibra óptica... Se llevará a cabo en dos fases. La primera fase será lo que llamamos vulgarmente S'Agaró viejo, que era la parte más vieja, y la otra será el S'Agaró nuevo, el que se hizo en los años ochenta o noventa, el objetivo es dejarlo todo para peatones con acceso a las fincas de los propietarios, y solo tendremos un vial que será de circulación y velocidad limitada. Y eso es lo que al final nos permitirá mantener las barreras bajadas, como hasta ahora.
VE: Es como si fuera el barrio Gòtic, que tiene una protección. El año 95 mi padre consiguió, luchando mucho, que S'Agaró fuera declarado bien cultural de interés nacional. Y la Generalitat lo reconoció y, a partir de aquí, se ha podido también pedir y desarrollar todo esto del plan especial de protección.
XS: Hay un acuerdo tácito con el Ayuntamiento para que no exista la voluntad política de quedar bien y levantar barreras, porque si levantamos barreras, esto sería el final de todo. Y con la contrapartida es que todos los residentes que pagan el impuesto de circulación en Platja d'Aro tienen acceso para ir a la Conca. El acceso de peatones es libre como hasta ahora. Sorprenden los datos de peatones, el año pasado accedieron un millón y medio de visitantes, principalmente por el camino de Ronda.
VE: Hemos hecho una exposición exterior, que es una maravilla, a lo largo de 2,7 kilómetros, dividida en nueve posiciones. Cada posición es una temática: la bahía, la construcción del camino de Ronda, Senya Blanca, el cine, Josep Ensesa y su obra; la vida social, deportiva y cultural; las casas y la iglesia. La exposición del Palau Robert es espectacular, pero pensamos que la gente tenía que poder disfrutarla in situ y por eso la exposición está también en el camino de Ronda. Toda esta gente que hace el camino de Ronda, si quiere puede pararse a ver la exposición, entenderá estos 100 años de S'Agaró.
XS: Esta fue la idea, incluso yo diría coetánea a la estatua. Dijimos de hacer una exposición en el camino de Ronda, pero no teníamos ni idea de cómo hacerla, pero dejadme decir que, siguiendo un poco las pautas de nuestro abuelo, hemos sabido escoger muy bien a nuestros compañeros de viaje. Cinco empresas que son un diez y nos han ayudado mucho, que están haciendo mucho más de lo que se puede esperar.
VE: Nuestro abuelo era un hombre muy inteligente y con eso también lo demostraba, en vez de rodearse de gente mediocre, él quería tener los mejores a su lado. Si tenías el mejor ebanista, hacías las mejores puertas, como estas de La Gavina; también el mejor grafista, el mejor cartelista, lo mejor... lo mejor. Él siempre buscaba lo mejor.

Familia Ensesa

¿Cómo definiríais la relación de la familia Ensesa con S'Agaró?
VE: Es lo mismo, es nuestro ADN. No se puede disociar.
XS: Yo he nacido aquí. Es decir, de aquí son mis cuatro hermanos. Nacido, nacido, somos los únicos, que nosotros sepamos, que nacimos en lo que es propiamente, físicamente, S'Agaró. Después está la otra paradoja, lo digo para aclararlo, que somos primos, pero algunos llevamos los mismos apellidos, es porque el destino determinó que dos hermanos se casaran con dos hermanas. Ahora que hemos ido deshaciendo hilos, mis padres fueron los primeros de los hermanos en casarse e inauguraron la iglesia de S'Agaró. La primera ceremonia que se hizo fue la de mis padres, pero mis tíos se habían conocido mucho antes que mis padres, curiosamente, en Ginebra, durante la Guerra Civil, aunque mi familia paterna era de Sant Feliu y la familia materna era de Girona. Es increíble.

El entorno, evidentemente, ha cambiado, ¿cómo era S'Agaró antes de S'Agaró? Cuando vuestro abuelo lo empieza todo, ¿aquí no había nada?
XS: En Sant Feliu hay una tienda que es muy conocida, el otro día fui y vi una foto de S'Agaró. Por la situación y porque la casa que había sido de mi madre no salía, la foto debía ser del año 29, y me intrigó mucho saber dónde era, porque reconocí que era S'Agaró, pero no reconocía dónde exactamente. Al final, como yo hago el camino de Ronda cada día, encontré el lugar exacto, que es la punta de Garbí enfocando a Senya Blanca, ya se ve la casa primitiva y por las rocas acabé de situarme. En aquella foto se ve todo S'Agaró, toda la montaña donde está la iglesia, el Puig Pinell que está detrás, ahora no ves absolutamente nada, entre los árboles, y ya no te digo las casas, los árboles te lo tapan todo. En la foto, como mucho, salen tres pinos, nada más.
VE: Mi madre explicaba que salía con mi padre e iban a plantar pinos. Y yo recuerdo de pequeña un día que estábamos en casa comiendo y, de repente, había fuego en el Pinell y el padre se fue deprisa como un loco a ayudar a apagar el fuego. Para él, eran una obsesión los jardines, los pinos, la vegetación, porque les había costado mucho, no había nada, y lo hicieron todo de la nada. Este amor por S'Agaró es una cosa que sí, que llevamos en el ADN.

La Gavina de noche

¿Qué actos tenéis previstos para acabar el centenario?
VE: La regata, la cena de los premios de la regata y un pequeño torneo de tenis.
XS: Será el día 15, porque históricamente las regatas se hacían el 15 de agosto. Cuando yo tenía unos 18 años, volvimos a instaurar la regata el 15 de agosto, entonces organizamos una regata con una mano delante y la otra detrás, casi, y se nos presentaron 100 barcos. No teníamos permiso ni nada, pero el abuelo nos montó en la piscina Garbí una recepción magnífica y, además, conseguimos que nos regalaran dos barcos, así el año siguiente dispusimos de un barco como dios manda. Si no recuerdo mal, fue el año 67. Además, hay que recalcar que la exposición del Palau Robert la trasladaremos a diciembre en la Casa de Cultura de Girona. Un poco retocada, pero con el mismo contenido.

Para acabar el centenario haremos la regata, la cena de los premios de la regata y un pequeño torneo de tenis

VE: Una cosa que en casa siempre decimos mis hermanos y yo es que hemos heredado, tanto de nuestro abuelo como de nuestro padre, este amor a las piedras. Nosotros cada año en La Gavina hacemos obras, parece que no sepamos vivir sin hacer obras, sin renovar cosas. El abuelo tenía una frase que repetía, que él el catalanismo lo hacía con las piedras. Edificó todas las cosas que pudo. En referencia al cine, queríamos enseñar toda la cinematografía, todos los rodajes que se habían hecho en S'Agaró. Entonces el alcalde dijo que se encargaba él de la exposición dedicada solo al cine. Y para que la gente pudiera ver alguna película, finalmente, hicieron el cine al aire libre, también todo financiado por el Ayuntamiento. Desde el inicio de todo el Ayuntamiento siempre nos ha apoyado. Hemos recibido dos subvenciones anuales en base al sistema que tienen, pero, además, han organizado cosas estrictamente con su presupuesto, como la presentación de la candidatura del centenario. En general, durante la celebración del centenario hemos tenido más eco de lo que esperábamos. Ha habido dos actos en que nosotros no hemos tenido nada que ver. El primero en la Fundación Comas, que fue una conferencia sobre el urbanismo y la arquitectura en S'Agaró por Arcadi Pla. Y después, una de las sorpresas que nos deparaba nuestro abuelo: nos llamaron del Col·legi d'Enginyers Tècnics de Girona, que le hacían homenaje y nos enteramos de que él fue el fundador del Col·legi d’Enginyers de Girona, lo cual no sabíamos, y que había sido presidente durante diez años y que todavía era presidente honorario. El Col·legi d'Arquitectes de la demarcación de Girona una vez al año hace un encuentro con todos los arquitectos de la demarcación de la provincia. Y este año la han hecho aquí, con tres visitas guiadas, una a Senya Blanca, la otra a la casa de Rafael Massó, el arquitecto que diseñó S'Agaró junto con Josep Ensesa, una casita pequeña en la cala Pedrosa, y, finalmente, a Nostra Senyora de l’Esperança de S’Agaró, obra de Rafel Folguera. Yo soy muy persistente, Xavier es un trabajador incansable y además es un hombre con una visión muy clara de los números y Lluís es mucho más de toda la parte legal, urbanísticamente hablando. Considero que hemos hecho un buen equipo y estamos muy contentos del trabajo hecho.