Catalunya es un territorio lleno de talento gastronómico. Tenemos el mejor restaurante del mundo, los chefs con más reconocimiento internacional, pero sobre todo tenemos lo más difícil: un buen relevo generacional. Las cocinas catalanas están llenas de chefs jóvenes con un gran talento dispuestos a mantener y mejorar el nivel actual de la cocina catalana. Una de estas jóvenes es Marta Minoves, graduada en Ciencias Culinarias y Gastronómicas por el CETT-UB, cocinera y de Berga. Este año se ha proclamado Mejor Chef Joven de Europa 2024, un premio internacional que escoge al mejor chef de entre 18 y 25 años del continente. La chef ha hecho del Berguedà su símbolo de identidad y este año, con Catalunya como Región Mundial de la Gastronomía, llevará por todo el mundo la tradición que la ha visto crecer. Hemos quedado con ella en la vermuteria el Tano para hablar sobre cómo ha digerido el triunfo y para saber cómo afronta los retos que le presenta el futuro.

¿Qué relación tienes con el Berguedà?

He nacido y vivido toda la vida en Berga, mis abuelos son de Montmajor y tengo familia en La Nou de Berguedà.

¿Por qué decidiste hacer Ciencias Culinarias en Barcelona?

Todo el mundo que quiere ir a estudiar a la universidad tiene que bajar a Barcelona. Allí arriba no tenemos universidad y lo que queda más cerca es Manresa o Vic, pero no hacían nada de lo que me gustaba. Me costó mucho encontrar lo que quería hacer porque la cocina la tenía como un hobby, no como una profesión.

Entrevista Marta Minoves, vermuteria el tano / foto: Carlos Baglietto
Marta Minoves en la vermuteria el Tano de Gràcia / Foto: Carlos Baglietto

¿En qué momento te planteas ir al concurso de Mejor Chef Joven de Catalunya?

Me lo propusieron en la carrera. Soy una persona bastante tímida y no me veía presentándome a concursos. Pero también me cuesta bastante decir que no, y cuando me lo dijeron, decidí salir adelante. Poco a poco me fueron ayudando a prepararme y me lo pusieron muy fácil. Competíamos diferentes escuelas de hostelería de Catalunya.

¿Te esperabas ganar?

No. Había mucho nivel y la gente iba preparada. Siempre perfil bajo, pensaba que me lo iría a pasar bien y poco más. Y salió muy bien. Una vez ganas el absoluto de Catalunya te clasificas para representar la región a nivel europeo.

Yo era una persona que tenía su vida normal, en la universidad, en el trabajo... y ahora cada dos por tres es una entrevista aquí, una entrevista allí

¿Por qué decides hacer las patatas enmascaradas como plato para presentar al concurso?

Te dan diferentes directrices de cómo tiene que ser el plato: de tu región, que te represente... una serie de ítems para que el plato tenga sentido con la zona que representas en el concurso. Y yo que soy de Berga, que he comido toda la vida patatas enmascaradas, maíz escuadrado y todos los platos típicos de allí, tenía que ser eso, porque no hay nada que sepa hacer mejor.

¿Qué sentiste cuando te dieron el premio a Mejor Chef Joven de Europa, en Sicilia?

Era una sensación de decir, quizás tengo posibilidades, quizás no... y cuando oyes tu nombre piensas: ostras, acabo de ganar. Pero no te das cuenta al momento, te das cuenta al cabo de un rato cuando el móvil empieza a echar humo. Y piensas, ¿qué está pasando? Hace un momento no me conocía nadie y ahora es un no parar.

vermuteria el tano / foto: Carlos Baglietto
Tano regenta una mítica vermuteria con su mujer, Maricel, en Gracia / Foto: Carlos Baglietto

¿Qué repercusión ha tenido en tu día a día?

Mucha. Yo era una persona que tenía su vida normal, en la universidad, en el trabajo... y ahora cada dos por tres es una entrevista aquí, una entrevista allí... me sorprende porque hace tres meses nadie me conocía y ahora todo es diferente.

¿En qué restaurantes has trabajado o has hecho prácticas?

Empecé a hacer prácticas en Berga, en La Cabana. Fui porque quería aprender las bases de la cocina: sofrito, caldo... lo más básico, porque sino no vas a ningún sitio. Alguna vez he ido a Pavic, con Lluc Crusellas, que fue el mejor chocolatero del mundo, a hacer la parte dulce: alguna mona, chocolate, roscón... También he hecho prácticas a Aponiente. Fui porque hice mi TFG sobre el aprovechamiento de despojos marinos y el mejor restaurante para centrarme en el tema era este. He estado con Nandu Jubany en Formentera y ahora también estoy con él en Hincha, en Baqueira. También he estado trabajando en un restaurante familiar en Ibiza.

A mí me gustaría muchísimo hacer un libro de todas las recetas de mis abuelas. Porque si no lo apunta nadie, se pierde

¿A cuáles te gustaría ir?

Me gustaría hacer lo que me apetezca en cada momento. Si no tienes ganas de hacer una cosa, no hace falta que la hagas. Si a mí me apetece ir a hacer temporada a Ibiza en esta empresa familiar, iré, porque sé que me lo pasaré bien y confían en mí. Para comer, tengo una lista muy larga, pero para trabajar, sí que es verdad que son muchas horas y tienes que disfrutarlo. Por lo tanto, de momento prefiero, si me apetece, lo hago.

¿Cuáles son tus referentes gastronómicos?

De cocina dulce, Lluc Crusellas. Hace muchos años que lo conozco y estoy muy orgullosa de todo lo que hace. De cocina salada, Carme Ruscalleda. Aparte de ser mujer, ha hecho mucho por la gastronomía de Catalunya y es de las únicas mujeres que tienen estrellas. Te diria también dos profesores que he tenido en la universidad; he crecido gracias a ellos.

Hace unos meses me dijiste que "de momento vamos a por el concurso europeo, y después ya veremos". Una vez pasado, y ganado, el concurso, ¿tienes claro hacia dónde quieres ir?

Hoy por hoy, disfruto mucho los servicios de cocina; estar en la cocina me encanta. No solo la producción sino también la energía y la satisfacción que da alimentar a la gente, correr, emplatarlo bien... de momento tiraré por estar en restaurantes. En el momento que crea que ya tengo bastante, buscaré más en el ámbito de investigación, que también es una parte que me gusta mucho.

¿Crees que la cocina tradicional está en peligro?

Últimamente, se está poniendo muy de moda, pero sí que es verdad que se pierde. Tengo bastantes amigos que no han probado una sopa de maíz escuadrado y son de Berga, o no saben qué es un fricandó. Creo que se está perdiendo, pero también creo que estamos girando la tortilla. Y con la Región Mundial de la Gastronomía volverá a subir fuerte. Creo que en los medios tendría que salir más. Si bien es cierto que hay muchas recetas de cocina tradicional, se podría ir más allá y hablar de productos y recetas de zonas concretas, más allá del fricandó. Al fin y al cabo, tus abuelos, los míos, los suyos, cada uno tiene una manera diferente de hacer el mismo plato. La tradición es pasar de generación en generación, por eso se convierte en tradición. Y no se tendría que perder, la cadena no se tendría que romper. A mí me gustaría muchísimo hacer un libro de todas las recetas de mis abuelas. Porque si no lo apunta nadie, se pierde. Y pienso que es unos de los problemas que hemos tenido, que se pierde porque nadie lo recoge. Al final las abuelas dicen, "un poco de eso, una pizca de aquello..." y dices, pongamos un poco de orden. A mí me gustaría muchísimo, en un momento que tenga mucho tiempo libre, hacer este recopilatorio. Al final es mi tradición, cada casa tiene la suya.

Cuando veían que era catalana ya pensaban, uy, un competidor potencial, y quizás ni te conocían

Te has especializado en alta cocina. ¿Crees que pueden coexistir la alta gastronomía y la cocina tradicional?

Sí, por supuesto. El plato que hice en el concurso era un plato de patatas enmascaradas. Era una versión diferente, pero tenía la esencia y todos los productos que se necesitaban. Compaginan muy bien, siempre y cuando respetes el producto.

¿Tienes previsto participar en algún acto de Catalunya Región Mundial de la Gastronomía?

Habrá muchísimos actos durante el año. En todas partes se harán cosas y eso está muy bien. Esta semana que viene voy a Madrid Fusión con el equipo de Catalunya Región Mundial de la Gastronomía y allí haré una ponencia. Además, se hará el concurso de Mejor Chef Joven de Catalunya de este año e iré de jurado porque gané la edición anterior. Y a ver qué más pasa, seguro que llegarán más cosas.

Entrevista Marta Minoves, vermuteria el tano / foto: Carlos Baglietto
Marta Minoves en la barra de la vermuteria el Tano de Gràcia / Foto: Carlos Baglietto

En estos concursos has compartido espacio con chefs de toda Europa. ¿Qué visión crees que se tiene de la cocina catalana en el resto del mundo?

Catalunya se ve como una región que tiene un alto valor. Te la miras desde fuera y piensas, tienen de todo: tienen montañas, tienen mar, tienen campos, de todo. Podemos estar muy contentos de ser de aquí. Cuando veían que era catalana ya pensaban, uy, un competidor potencial, y quizás ni te conocían.

¿Crees que el prestigio de Catalunya es gracias a la proyección internacional de los grandes chefs con estrellas Michelin?

Creo que nos ha ayudado mucho que grandes chefs reconocidos hayan salido a demostrar que Catalunya es así, pero también creo que es gracias a todos los productores. Al final, si no hay gente que produce el alimento, no hay Catalunya. Nosotros podemos cocinarlo, pero el producto es de aquí. Se trata de que todos vayamos del la mano. Y que todos hayamos ido de la mano ha significado que podamos llegar a tener el prestigio que tenemos. Somos una región pequeña, pero muy potente.

No busco ir a ninguna estrella, solo busco hacer a la gente contenta, tener un equipo bueno y si tiene que venir, que venga, pero no lo tengo como un objetivo

¿Cómo te gustaría verte dentro de 5 años?

A mí me gustaría tener mi restaurante. Después de 5 años, creo que habré visto bastantes cocinas y me habré formado más. Sí que es verdad que cuando acabas la carrera, sales de la formación, pero empieza una nueva etapa en la cual te tienes que seguir formando a base de trabajar. Abrir alguna cosa me haría mucha ilusión.

¿Tienes claro dónde te gustaría abrirlo?

Si es en el Berguedà estaría muy bien. A mí me gusta mucho el Berguedà y me siento muy cómoda allí. Estaría muy bien. Pero claro, ahora te digo eso y quizás más adelante me apetece otra cosa. Pero lo que sí que tengo claro es abrir el restaurante. Me hace mucha ilusión.

Si llegas a tener un restaurante, ¿te gustaría conseguir alguna estrella y entrar en las guías gastronómicas?

Realmente no me preocupa. Si tengo un restaurante quiero dar de comer a la gente que viene y que salgan de allí contentos. Si salen contentos y felices de lo que han comido, estaré contenta. El reconocimiento ayuda a hacerte ver, pero también te pone más presión. No busco ir a ninguna estrella, solo busco hacer a la gente contenta, tener un equipo bueno y si tiene que venir, que venga, pero no lo tengo como un objetivo.