La delicia de la sobremesa. Hacer 'sucamulla' es sopar o mojar el pan y, por extensión, una galleta, un carquiñoli, un barquillo ... en un vaso de vino. El sucamulla es un gesto importante que cabe reivindicar, y las galletas de mantequilla ‘sucamullades’ en vino rancio son un motivo de peso para ligar comida y cena, y terminar salvando el mundo.
Ingredientes para 4 personas
- 250 g de mantequilla
- 160 g de azúcar
- 2 huevos
- 450 g de harina
- Ralladura de una naranja
- 1 sobre salvo químico (16 g)
- 1 pellizco de sal
Receta, paso a paso
- Cortar la mantequilla en dados y templarla (pomarla) fuera de la nevera.
- En un bol, mezclar el azúcar con la mantequilla, añadir luego la harina tamizada y el resto de ingredientes, y amasar hasta obtener una masa homogénea.
- Hacer un churro con la masa de 5 cm de diámetro, envolverlo con papel film y enroscar las puntas para embutirlo con firmeza.
- Dejar reposar 60 minutos en la nevera hasta que la mantequilla se endurezca.
- Cortar el churro con un cuchillo afilado en rodajas de 0,5 cm. Poner las galletas sobre un papel sulfurizado (de horno)
- Precalentar el horno. Cocinar 10 minutos a 180 grados, por encima y por debajo, hasta que se doren.
- Dejarlas reposar a temperatura ambiente y servir con un vaso de vino rancio seco o dulce.
Consejo
Si te gusta la canela, agrega una buena pizca a la masa. Así, el maridaje con el rancio será más gustoso y divertido.