La tradición inventada. ¿Cómo es posible que una receta aparentemente tan cercana a la tradición gallega, y con tres de los ingredientes más emblemáticos de Galicia: el pulpo, las patatas y los huevos, levante tanta animadversión entre gallegos y gallegas? ¿Quizás porque la ven como una versión de la tortilla española y los gallegos, como los catalanes o cualquier otra nacionalidad, no quieren ser una versión de nadie? Sea como sea, te aseguro que es una de las tortillas más ricas y deliciosas que probarás nunca.
INGREDIENTES
- 1 kilo de pulpo de roca (una sola pieza idealmente)
- 500 g de patata blanca
- 6 huevos
- 300 ml aceite para freír (de oliva o girasol)
- Una cucharada de postre de pimentón dulce
- Sal
Receta:
- Eviscerar el pulpo (esto os lo harán en la pescadería) y congelar un mínimo de 48 horas.
- Descongelar en la nevera y hervir 40 minutos en agua abundante sin sal. Luego, cortar en rodajas muy finas y picar ligeramente.
- Pelar y cortar las patatas, primero en mitades longitudinales y luego en trozos de medio centímetro. Freír durante 15 minutos y dejar enfriar sobre papel absorbente.
- En un bol, batir ligeramente los huevos y añadir el pulpo, las patatas, una pizca de sal y de pimentón.
- Poner una sartén mediana al fuego y, cuando esté bien caliente, agregar un chorro sutil de aceite que unte toda su superficie y laterales. Agregar la mezcla, remover unos segundos para cuajar sutilmente el interior de la tortilla y darle la vuelta. Cuando esté cocida, ya puede servirse.
CONSEJO
Recuerda que el secreto de cualquier tortilla es que sea viscosa por dentro. Y cuando cortes en rodajas y piques las patas de pulpo, es importante que el tamaño final sea reducido o, de lo contrario, se acabaría desmontando la tortilla al cortarla.