Hace tres meses tuve el privilegio de conocer a Gerard Fortuny y descubrir su restaurante Can Fortuny (Plaça Major, 2, Centelles). Fue una comida despampanante en la que conocí el huerto con el que trabajan, todo el equipo que hay detrás. También su familia. No los encontraréis, sin embargo, en Can Fortuny sino en el restaurante Forvid's Bar. También ubicado en Centelles, al c/ Congost, 4, se trata del “hermano gamberro de Can Fortuny”, como les gusta decir a ellos. Una filosofía, un espacio, unos platos y una esencia radicalmente opuesta al espacio homólogo. Ahora bien, sí que hay una cosa en común y, ciertamente, la más importante: la calidad de aquello que se cocina, de aquello que el comensal puede devorar.
Forvid's Bar: mucho más que una hamburguesería
Lo podríamos definir como un bar, como un restaurante o como una hamburguesería. Pero en este caso opto por no poner etiquetas de un local con aires norteamericanos, pero con platos catalanes e internacionales. Hamburguesas que reivindican Centelles, pero también recetas para enamorar a los apasionados de México o del mundo oriental, entre otros.
Su padre, Josep Fortuny, y Gerard se encargan de dar vida a este espacio que solo tiene cinco meses de vida. El producto estrella lógicamente es la carne. “En este caso, la carne y otros productos los buscamos de la calidad mayor posible y no tanto de proximidad”, me explican. Interesado sobre la idoneidad de tener dos lugares tan cerca y apostar por Centelles, confiesa que “principalmente, me enseñaron el local y antiguamente había sido un bar de bocadillos muy mítico en el pueblo y quise intentar devolverle la esencia del principio”, para acabar exclamando que “Centelles y el sur de Osona necesita sitios de este tipo”.
La gente, el pueblo y los amigos están muy contentos y la retroacción es muy positiva. “Muchísima gente me dice que me marche a Vic, pero de momento estamos muy felices a Centelles”, charlan entre sonrisas padre e hijo. Un dúo que coloca en sus entrantes auténticas maravillas como las bravas de la casa o los totopos Forvid's con guacamole, pulled de ternera, pico de gallo, salsa chipotle con jalapeños y cilantro. Pero también hay gyozas de gamba con salsa tonkatsu, un brioche de steak tartar de ternera con salsa Forvid's acompañado de patatas fritas y, finalmente, unos fingers muy crujientes con chilli sauce, mayo japonesa, cebolla crujiente y sésamo.
La esencia del local es cien por cien street food. Una vez observas la carta y sobre todo cuando te marchas por la puerta con el estómago a reventar tienes claro que no es solo una hamburguesería. “Queremos ser americanos, mexicanos, asiáticos e hindúes”, dicen. De hecho, es una propuesta que tiran a los comensales: encontrar estos sabores transversales e internacionales por todos los platos de la carta.
Esta voluntad se traduce en hamburguesas y sándwiches de coca de Folgueroles de todos los colores. De pastrami con mayo trufada, rúcula y vinagreta de pistacho con miel, de sobrasada con queso azul de la Llavina y piñones con miel o de jamón de bellota con queso blando de los tíl·lers. Ah, y el de triple beicon y queso Puigpedrós del Molí de Ger. Con respecto a las hamburguesas tienen casi una decena y la elección es más complicada que nunca. En mi caso opto por compartir una Centellenca (smash burger de ternera con fingers extra crujiente, mermelada de béicon y mayo trufada) y la smash burger versión México (beicon, queso cheddar, jalapeño, cilantro, cebolla morada, pico de gallo y aguacate).
La razón es que por 15 euros puedes comer o cenar en este espectacular Forvid's Bar, un lugar óptimo, sobre todo para los que apuestan por pasar el fin de semana esquiando o visitar el Pirineo y en su vuelta camino hacia Barcelona pueden decidir hacer parada y fonda en la casa de los Fortuny. ¡Porque os bien aseguro que no os llevaréis ninguna decepción!
“Lo hacemos todo aquí, cocinamos mucho y somos muy rápidos”, relata Gerard. Además, desde la mesa mientras pruebas alguno de los entrantes puedes observar como Josep y su ayudante en la cocina hace vuelta y vuelta en las hamburguesas y preparan todas las recetas a ojo del cliente. ¡Una auténtica delicia poder apreciarlo de tú a tú! Y es que en Forvid's los sueños no se quedan simplemente en la cabeza, sino que se comen y se devoran con las manos.