Maials, en la vertiente sur del Segrià, es un pequeño pueblo de campesinos y buen aceite, en el que encontramos la cooperativa Oli Baró de Maials, de las más grandes e importantes de Catalunya. Esta localidad, de poco menos de mil habitantes y más de 2.500 años de antigüedad, esconde entre el medio centenar de hogares del municipio un bar-restaurante perfecto para rematar un día de trabajo o charlar con los amigos un día cualquiera. En esta ocasión, Jonathan Nuevo, más conocido como Esmorzarsdeforquilla.cat, se desplaza hasta el sector meridional de la comarca para descubrirnos este local de buena comida. ¡Salud y al lío, familia!
Hablamos del Bar La Plaça, un templo de la cocina casera, catalana y tradicional, con más de 30 años de historia, regentado por Marta, que encabeza la segunda generación de una estirpe que iniciaron Enric y Rosa, sus padres, fundadores del restaurante. Es un bar de pueblo, sin pretensiones, pero donde cada mañana los peregrinos son fieles a sus desayunos de tenedor y cuchillo.
El referente de esta comida se acerca para comprobar, y corroborar, la calidad de los desayunos de tenedor de este establecimiento. Se anima a probar un sorprendente bacalao con sofrito de tomate casero, unos atractivos pulpitos con salsa, la clásica e infalible tripa de ternera y lo culmina con los exquisitos frutos secos con moscatel.
Con este espíritu que encarna la nueva hornada familiar y una sonrisa de oreja en oreja, resulta una excelente opción en la comarca del Segrià para hacer un excelente desayuno de tenedor. Con este menú casero y unos precios muy competitivos es lógico que el Bar La Plaça de Maials se llene de vecinos, forasteros, ciclistas y comensales de todo tipo que tengan un hambre incontrolable y un estómago con espacio, ya que las cantidades en este espacio gastronómico precisamente no dejan indiferente a nadie.
Este bar de pueblo de toda la vida dignifica la palabra autenticidad. En estos lugares, el concepto de bar va más allá de servir cafés y bebidas alcohólicas. También se cocina, y las fotos bien que lo demuestran a cualquier paladar. La verdadera cocina catalana se mantiene presente hoy (y se transmite) a lo grande manera gracias a estas familias. Menú que oscila en los alrededores de los 12 €, de puño y letra, donde se respira cocina catalana entre las cuatro paredes. Las habas a la catalana, las albóndigas con tomate o el miel y requesón son grandísimas opciones también. ¡Larga vida en estos rincones de historia y de tradición del país!