La Lucía y el Joan, los propietarios de este magnífico local del barrio de Gràcia, son dos personas de estas que te dan ganas de hacer que se sienten a la hora de la sobremesa contigo. Al menos eso es lo que me ha pasado a mí después de una súper comida en el Magatzem de ses Illes, un pequeño rincón de las Illes Balears en Gràcia. Este espacio con producto venido directamente de las islas y donde Joan y Lúcia me han hecho sentir como en casa, no hace ni dos años que está abierto y os aseguro que las ganas de hacerlo bien y el producto de altísima calidad que sirven, lo hacen merecedor de convertirse en punto de encuentro de referencia para picar unos platillos en Gràcia. ¡Arranquemos ya que el cuerpo me pide sobrasada!


En el Magatzem de Ses Illes tienen una excelente selección de vinos baleares, pero empezaremos probando dos cervezas: una Rosa Blanca, una Hoppy Lager que se sirve en Mallorca desde 1927 y una Talaiòtica, una cerveza con un claro aroma de romero y que no lleva lúpulo. De vino, un Miquel Oliver, que tienen las viñas y la bodega en Petra, Mallorca. Basta de beber, aunque nos encantan estas cervezas y vinos baleares, y arrancamos con unas croquetas de botifarró, un embutido que de aspecto podría parecer una butifarra negra, y una de camaiot, otro embutido mallorquín.

Patatas bravas con sobrasada / A.S.I.

Las bravas con las que hacer los mejores aperitivos

Aunque no hemos probado ninguno de sus vermúes, cosa que pronto arreglaremos con una segunda visita en el Magatzem de Ses Illes, no me puedo imaginar una manera mejor de acompañar sus patatas bravas. Las cortan grandes, para comer con dos mordiscos, llevan un alioli suave sin huevo y una salsa de tomate con sobrasada! Son de lo más originales, la salsa es abundante, y al contrario de lo que se podría pensar, porque la sobrasada tiene un sabor fuerte, no se hacen nada pesadas ni aceitosas.

Las albóndigas del Magatzem de Ses Illes / A.S.I.

Continuamos con lo que bautizo, para decirlo de alguna manera, como la versión mallorquina de la ratatouille: el tumbet. Este plato típico que también recuerda a una chanfaina, tiene una base de patata, láminas de pimiento y berenjena, y se riega todo con una salsa de tomate natural. El tumbet de este restaurante llega a mesa burbujeante dentro de una cazoleta de barro, las patatas del fondo están un pelín tostadas y la salsa de tomate es dulce y buenísima. Este plato, que en sus orígenes seguro que se utilizaba para utilizar los excedentes de las hortalizas, es uno de los más conocidos de las islas, y en el Magatzem de Ses Illes saben como hacerlo a la perfección.

'Hòstia pilotes!'

"Hòstia pilotes, que en són de bones". Si Miquel Montoro, el youtuber mallorquín (aquel que enseñaba las propiedades de las naranjas y mostraba su vida como campesino) probara las albóndigas  de este restaurante, seguro que les pondría un 10. Las albóndigas del Magatzem de Ses Illes son pequeñinas, así que se pueden comer de un solo mordisco, tiernas, y las sirven con salsa de tomate, porque cuando el producto es bueno no le hacen falta demasiadas filigranas ni salsas complicadas.

Acabaremos con la reina de los productos baleares y con la esencia de este restaurante: el 'pa amb oli' (una tostada con embutido). En el Magatzem de Ses Illes lo encontraréis con queso de Maó, de 'carn i xulla', de camaiot, de sepia, de albóndigas y, evidentemente de sobrasada. Escogemos un ¡pa amb oli' de sobrasada picante un poco caliente con una base de pan de la pastelería mallorquina de Gràcia Formentor. Es tan buena la sobrasada que no me puedo resistir a preguntar si la venden para llevarse a casa, y aunque me han dicho que por ahora no, he interpretado una cara que me ha dado esperanza de cara al futuro.

Selección de quesos / A.S.I.

Postres salados

Aunque el Magatzem de Ses Illes tiene una carta de postres muy atractiva, con platos como mousse de limón con 'rissats' de Casa Manu (una galleta que traen directamente de Menorca) o pastel de queso de Maó casero, optaremos por una degustación de quesos. Probamos un queso de Maó más tierno y uno más curado, y un tupí interesantísimo para mojar con unas Quely, las galletas saladas más famosas de las Baleares. Este tupí que se llama Meloussa, se elabora con ginebra de Menorca y acaba su proceso de maduración en el Pallars. Este queso viajero es fuerte, porque es un tupí, pero no es de estos que echan para atrás, ya me entendéis. Sé que sonará a cliché, pero soy de estas personas que frecuenta las Balears en verano, Menorca concretamente, y de vez en cuando la melancolía me pide sobrasada y queso de Maó. En el Magatzem de Ses Illes he encontrado un rinconcito de las islas, un oasis en medio del frecuentado barrio de Gràcia. ¡Ya estoy preocupada porque pronto tendré que esperar días para encontrar tabla! ¡Hasta pronto gourmeters!