Situado en el corazón del Parque Natural del Montseny, declarado Reserva de la Biosfera por la UNESCO, el restaurante La Calma - El Bellver en Tagamanent, combina tradición, producto de proximidad y respeto por el medio ambiente. Maite Escribà, más conocida como @TopCatalanRestaurants, ha hecho una visita para comprobar de primera mano qué hace tan especial este sitio.
La Calma es una masía del siglo XVIII con alma Slow Food. Es un sitio que te conecta con la naturaleza y con la tierra, ideal para disfrutar sin prisas. Se encuentra en una antigua masía donde la tradición, el respeto por el medio ambiente y la gastronomía de proximidad se encuentran para ofrecer una experiencia única.
Con una propuesta centrada en lo bueno, limpio y justo, este restaurante trabaja con productos ecológicos y recupera variedades autóctonas de la zona, dando vida a platos que conectan con las raíces de la tierra. Su especialidad es el Menú Degustación Gastronómico, maridado con vinos naturales que hacen de cada comida un homenaje a los productores locales.
Una propuesta que pone en valor las variedades autóctonas y los sabores tradicionales del Montseny. Los platos que forman este menú son recetas tradicionales que combinan multitud de sabores y texturas diferentes. El caldo, la ensalada de helado de remolacha, el bonito salvaje o la crema de calabaza son las propuestas de entrantes del restaurante.
A continuación el huevo a baja temperatura con patatas de Organyà y trufa negra abre las puertas a los platos principales, entre los cuales hay el de las tres coles con alioli de judía del ganchillo, un mar y montaña con canana y albóndigas de la Garriga o el arroz del Vallès, que lleva espelta, verduras y tubérculos al horno. Para acabar, el plato estrella es el cordero de la Calma hecho a baja temperatura, un plato meloso y sabroso que te dejará del todo boquiabierto.
Una experiencia en plena naturaleza
Este restaurante es ideal para desconectar y vivir una experiencia que va más allá de la comida. La combinación de un entorno espectacular, una cocina arraigada al territorio y el uso de vinos naturales hace que sea un destino imprescindible para los amantes de la gastronomía y la sostenibilidad.
Una manera de disfrutar de la buena cocina de Catalunya a la vez que se respeta el territorio, los productores y los alimentos que nos da la tierra en un entorno privilegiado.