Pura esencia. Sublime y perfecto. El mejor de los mejores, el desayuno de tenedor número uno de Catalunya. Un lugar apoteósico, auténticamente catalán y donde se respira el significado de esta comida tan nuestra. Después de sitios envidiables, admirables y talentosos, Jonathan Nuevo, más conocido como @esmorzarsdeforquilla.cat, nos descubre el mejor desayuno de tenedor de Catalunya. Dale al play en el vídeo para conocer el establecimiento fantástico que hay detrás, en qué localidad se ubica y los platos increíbles que prueba nuestro esmorzador de confianza.
El restaurante Can Casadellà es una masía rural típica catalana situada en el tranquilo pueblo de Serra de Daró, en el Baix Empordà. Proviene de un antiguo convento de la Edad Media y en la actualidad los propietarios han adaptado la casa para desarrollar el turismo rural sin renunciar a la agricultura y a la ganadería tradicional. Situados en el centro del Empordà, a diez minutos de las magníficas playas de la Costa Brava, eso significa estar rodeado de patrimonio, cultura, parajes de ensueño y mucha tranquilidad. “Pero lo que a nosotros nos gusta más es disfrutar de la cara de felicidad de los comensales cuando prueban nuestros platos en esta casa de campo sensacional”, dice Eduard Casadellà, propietario del emblemático lugar.

En Can Casadellà ofrecen servicio de comedor con cocina casera propia elaborada con los productos de la misma masía. Además, reservan la masía-restaurante para celebraciones especiales o encuentros de familiares y amigos. En el restaurante rural preparan platos típicos de la cocina catalana y del Empordà, como los embutidos de la casa y quesos artesanos de la zona con que se inicia el festín de este desayuno de tenedor despampanante. Además, para limpiar los paladares y hacer bajar toda esta traca inicial, tenemos encima de la mesa una buena ensalada de cebolla tierna del huerto.

“Con la llegada del buen tiempo, abrimos nuestra terraza exterior para disfrutar de una buena comida al fresco y en un ambiente y decoración únicos”, señala Eduard. De momento, sin embargo, con el frío todavía presente es mejor cobijarse en el interior tan acogedor de esta masía para probar dos cazuelas únicas en el país. “Madre mía, qué cazuelas” es la primera reacción lógica al ver estas barbaridades culinarias y es que es para colgar la barretina y no salir de Can Casadellà. Probamos una cazuela de espalda de cabrito y una cazuela de cabeza de cabrito. “Tenemos muchas cabras en la zona y se tienen que dar salida”, bromea Eduard.

Podrás degustar todo tipo de platos, desde carne en pescado, verduras y hortalizas, setas, marisco, caracoles y postres caseros, entre otros. La mayoría de ingredientes y materias primas provienen de su propia granja y cosecha, con lo cual podemos obtener un sabor y frescor que dan un toque único y auténtico a todos los platos.

Acabamos este tremendo desayuno de café, copa y puro con estos postres que presenta Eduard. “Es la especialidad de la casa”, anuncia magistralmente el requesón de cabra con confitura de melón y sandía. ¡Salud y al lío, gourmeters!