Que un restaurante esté abierto desde el siglo pasado es de un mérito brutal. Un reconocimiento para el restaurador que ha tirado un negocio con mucho esfuerzo, así como la muestra de agradecimiento de una clientela que repite muchas veces la visita a este espacio para probar una vez tras otra los platos que ofrecen. Hablamos, hoy, del restaurante Mesón Asador, que abrió las puertas el año 1998 de la mano de Luís Sanz, el propietario. Hasta aquí se desplaza nuestro gastrónomo de las regiones gerundenses, Jordi Àvila, para descubrirnos este maravilloso restaurante de Figueres.
Aunque la profesión de Sanz es la de médico, su pasión no muy oculta es la gastronomía, motivo por el cual decidió abrir el Mesón Asador. Los primeros años combinó los tratamientos en su clínica dental con el servicio y atención de sala del Asador. Actualmente, se dedica, exclusivamente, a atender a los comensales de este restaurante histórico de la capital del Alt Empordà. "Muchos son clientes repetidores", explica Luís, quien ejerce como un "perfecto anfitrión" con sus conocimientos gastronómicos y su buen sentido del humor.
Los platos que prueba nuestro gourmet gerundense son una tortillita de camarones y una tortilla abierta de morcilla patatera. "Dos delicias que enlazan a la perfección y son sublimes para el paladar", dice Jordi. El cogote de merluza a la donostiarra es el otro plato principal que le ponen encima de la mesa.
Para acabar una comida perfecta en el Mesón Asador, un dúo magnífico como|cómo es este rosquilla de Santa Teresa y el cremoso y delicioso pastel de queso. ¡Para chuparse los dedos!
Incansable viajero y amante de la buena cocina y los buenos vinos, Luís Sanz ha traído al Asador los mejores manjares de la Península. "El Asador se ha convertido en el restaurante donde a mí me gustaría ir como cliente", confiesa. Como comensal oyes que viajas para|por el país no solo con los platos, sino también con su extensa carta de vinos y los vinos recomendados del mes. Ahora bien, no creas que el hecho de que lleven 26 años de servicio implique una carta solo con platos tradicionales, que por descontado hay y, además, muy solicitados por los clientes más asiduos. ¡No! ¡También sorprenden día a día con fórmulas nuevas, muy simpáticas! Sea en forma de tapas o en forma de raciones.
Acercarse a Figueres ya vale la pena simplemente para probar los mejores platos tradicionales de la zona y conocer a Luís y a su equipo. ¡El mejor sitio para hacer una buena entablada es el Mesón Asador! Por cierto, también puedes aprovechar para hacer una visita a alguno de los museos de la zona, como es el caso del Teatro Museo Dalí.