Ubicado en el pintoresco Sant Pol de Mar, Cuina Sant Pau es un restaurante que encarna la fusión entre tradición e innovación en la gastronomía. Actualmente, este establecimiento está liderado por Raül Balam Ruscalleda y Murilo Rodrigues Alves, que aportan una visión fresca manteniendo el respeto por el legado y los orígenes de la cocina que los precede.
Cuina Sant Pau se caracteriza por una filosofía culinaria que enfatiza el uso de productos de temporada y de proximidad, celebrando los sabores puros del Mediterráneo combinados con toques del Brasil. Esta fusión es un reflejo de las raíces de los chefs, integrando técnicas contemporáneas con la tradición culinaria local del Maresme y los elementos tropicales brasileños. El restaurante ofrece un ambiente relajado y accesible, alejándose de las formalidades del alta cocina tradicional, pero sin comprometer la calidad y la creatividad en sus platos. El menú está diseñado para compartir, promoviendo una experiencia culinaria más interactiva y social. Haz play al vídeo y déjate seducir por esta cocina extraordinaria.
Una cocina y dos mundos
Entre los platos más destacados hay las croquetas y los canelones, que son tributos a la historia culinaria de la familia Ruscalleda. El ceviche introduce un diálogo con la cocina mundial, el tataki de atún hace referencia al producto del Maresme, mientras que la moqueca y el quindim son homenajes directos a los orígenes brasileños de Murilo. Cada plato busca, no solo satisfacer el paladar, sino también explicar una historia, uniendo ingredientes y técnicas de maneras innovadoras.
Cuina Sant Pau no solo es un restaurante; es un testimonio de cómo la cocina puede ser un puente entre culturas y generaciones. A través de su comida, Balam y Rodrigues no solo continúan la tradición de Carme Ruscalleda, sino que también la reinterpretan para crear una experiencia única y relevante para el comensal. Para conseguir su objetivo, los dos chefs apuestan por una oferta pensada para compartir que pone la calidad del producto en el centro de la fórmula de su éxito. Un producto que refleja el origen de los dos cocineros y que combinan a la perfección para conseguir una fusión única. El eje central del proyecto es la cocina de Carme Ruscalleda, pero con el toque joven, informal y relajado de Balam y Rodrigues.
Los platos más destacados
Uno de los platos más icónicos del establecimiento es el tataki de atún Balfegó. Un plato fresco que se viste con ketchup de fresa, tomates y helado de fresa, un guiño al producto del Maresme y de Sant Pol de Mar. El rape con zumo a la brasileña es una de las referencias del país sudamericano más deliciosas. Un suquet de pescado hecho con dende (aceite de palma), farafó (migas) y arroz blanco. Todo se acompaña con un punto picante, unos chips de plátano y un poco de arroz blanco. De postre, una ensalada capresse hecha con espuma de mozzarella, helado de albahaca y mermelada de tomate. Una manera excelente de cerrar una comida perfecta.