¡Hola hola gourmeters! La tortilla a la francesa, de patata o rellena es una manjar que, aparentemente, es mucho del día a día. Todo el mundo, poco o mucho, sean cuáles sean sus habilidades culinarias, sabe hacer una tortilla. Ahora bien, saber hacer una tortilla no quiere decir hacer una buena tortilla y el local de hoy va sobrado de talento en este ámbito. Los Tortillez son una familia que, como ellos dicen, te llega a la patata, y es muy cierto porqué solo poner un pie en uno de sus dos locales (una en Consell de Cent y el otro en Manso), te sentirás como en casa por la atención de la gente que trabaja y por la estética sencilla que te lleva a un bar de pueblo de toda la vida. Visitaremos el local nuevo que han abierto en el barrio de Sant Antoni, concretamente en el número 50 de la calle Manso que, si como yo has estado en el local del Eixample verás que la estética es muy similar.


La esencia es la misma, tortillas de muchos tipos, para todos a los gustos y preparadas al punto que más guste al consumidor, pero en el nuevo local de Manso también encontraremos mucho plato de chup-chup, ¡y qué maña que tienen con la comida casera! Arrancamos con unos buñuelos de bacalao, grandes y con una textura diferente de la del típico buñuelo, estos te hacen sentir, casi, como si le dieras un mordisco a un trozo de bacalao. Para acabar de redondearlo llevan un poco de miel por encima y ralladura de lima. La dulzura contrasta muy bien con el salado de este pescado. Ah, por cierto, el pan con tomate que no falte.

Los calamares rellenos de Los Tortíllez / Foto: A.S.I.

El meloso de ternera más meloso que he probado últimamente

Llegan unos calamares rellenos muy tiernos, con una buena cantidad de salsa hecha con su tinta y más bacalao, porque es mi pescado preferido. Esta pieza delicada de bacalao está confitada y lleva alioli, pera y salsa de pimiento del piquillo, una combinación muy original que te hace pensar en el pimiento del piquillo relleno de brandada de bacalao pero preparado de una manera muy diferente. Todavía tenemos curiosidad por probar otro platillo de chup-chup y nos recomiendan, santamente, el meloso de ternera con setas y salsa de Oporto. La carne viene presentada en formato terrina, deshuesada y bañada en salsa. Se come sin ninguna necesidad de cuchillo y es muy tierna, como la que hace la abuela los domingos de celebración.

Meloso de ternera con setas / Foto: A.S.I.

¿Cómo te gusta la tortilla?

Antes de explicar qué tortillas me he zampado (porque son pequeñas para compartir con máximo 4 personas), os daré un repaso de algunas de las creaciones más locas de Los Tortíllez: Thaítilla Tortíllez, con gambas, curri tailandés y cilantro, Saturnino Tortíllez, con chorizo ibérico, queso manchego y pimiento verde, o la Abuela Tortíllez, la clásica con cebolla o sin, en el enlace las veréis todas y alucinaréis. Nos decantaremos por una Cayetana Tortíllez, porque qué hay más 'pijo' que una tortilla con trufa, jamón ibérico, cebolla caramelizada y queso de cabra. La tortilla, para mí, siempre bien cruda, y esta es una delicia donde, por más que todos los ingredientes son de gusto potente, no cargan y hacen que sea muy fácil de comer.

La tortilla Cayetana / Foto: A.S.I.

También pedimos la Tomeu Tortíllez. Con este nombre solo puede querer decir una cosa: sobrasada. La tortilla Tomeu está rellena de sobrasada ibérica y queso de Mahón, además, en el plato, viene un cuenco con miel para regar la tortilla. Un mordisco perfecto.

La tortilla Tomeu / Foto: A.S.I.

La carta de postres es de lo más golosa y todos son caseros. No esperéis encontrar soufflé o pastel de zanahoria, aquí los postres son clásicos: flan, miel y requesón, crema catalana, o pastel de la abuela. Este último, el que hemos probado, tiene un giro diferente: normalmente, el pastel de la abuela está hecho de galletas y chocolate, pero en los Tortíllez lleva limón. El pastel de la abuela de limón es el colofón perfecto de la comida, fresco y ligero.

Pastel de la abuela / Foto: A.S.I.

La familia Tortíllez

Esta familia toca la patata y enamora por sus preciosas iniciativas. Los Tortíllez trabaja y colabora con diferentes asociaciones donde ofrecen la posibilidad de que todas aquellas personas que quieran integrarse en la sociedad mediante el trabajo tengan la posibilidad de hacerlo. Asociaciones como La Fundación Catalana de Síndorme de Down, la asociación Acihd y la Fundación Joya. De hecho, el pasado mes de octubre, se estrenó un documental que explora, mediante David Cabrera Mandulay, un camarero del restaurante con síndrome de Down, la vocación integradora de Los Tortíllez. A través de entrevistas íntimas, imágenes entre bastidores y momentos emocionantes capturados en el local, los espectadores pueden descubrir el día a día de David. Los Tortíllez son ejemplo de bueno cocinar, de dominio del arte de la tortilla y de integración. ¡Un 10! ¡Hasta otra!