Contra la modernidad, tradición. Contra la globalización, catalanidad. Locales y más locales de empanadas argentinas, restaurantes japonesas o sitios de comida rápida que no tienen nada que hacer cuando se presenta un establecimiento emblemático con los mejores platos de Catalunya y que recuerdan los orígenes y aquellas características nos hacen inigualables y una cocina envidiable en todo el mundo.


La pasión por la gastronomía catalana es el motor que impulsa la cocina que visita en esta ocasión al asesor gastronómico Jordi Àvila, conocido como @jordixavila. “Cada plato de nuestra carta es el reconocimiento que queremos hacer a nuestra tierra”, defienden desde el restaurante Can Cordons, justo en medio de la comarca de La Selva.

Restaurando Casa Cordones / Foto: Jordi Àvila
El tartar de ternera con un toque personal del chef / Foto: Jordi Àvila

El restaurante Can Cordons es un establecimiento acogedor situado en el corazón de Riudarenes. Ubicado en una masía con más de 300 años de historia, el restaurante destaca por sus paredes de piedra y techos de vigas de madera, creando un ambiente rústico y auténtico donde los comensales se sienten como casa.

Restaurando Casa Cordones / Foto: Jordi Àvila
Parmentier de patata con pulpo / Foto: Jordi Àvila

Desde hace seis años, Pau Turón, formado en la Escuela de Hostelería de Girona, lidera el restaurante y es el jefe de sala. Inicia el proyecto con una propuesta culinaria basada en la cocina catalana tradicional, elaborada con productos de proximidad y de temporada. La carta actual, transformada en los últimos dos años con la incorporación en la cocina de Gerdard Picart, incluye una variedad de platos que reflejan la pasión por la gastronomía de la tierra, con recetas que han pasado de generación en generación y de otros que se han revisado aplicando técnicas y tendencias.

Restaurando Casa Cordones / Foto: Jordi Àvila
Vieiras con puré de boniato / Foto: Jordi Àvila

Justo en medio de la comarca, se aventura a probar un tartar de ternera (16 €), que ya es un innegociable en cualquier carta de cualquier restaurante. Este entrante deja paso a dos principales originales y que reflejan un gran nivel de cocina de autor. Por una parte, el parmentier de patata con pulpo (17 €) que complementa a la perfección con las vieiras con puré de boniato (18 €) que enamoran todos los paladares que se animan a probarlas.

Restaurando Casa Cordones / Foto: Jordi Àvila
Un arroz impresionante / Foto: Jordi Àvila

El arroz Sibarita (19 €) es la guinda de una comida excepcional y deliciosa. ¡Pero eso no es todo! De postres, las suculentas opciones que se trasladan encima de la mesa son el aclamado coulant de avellana de Brunyola (7 €) y el infalible pastel de queso (7 €).

Restaurando Casa Cordones / Foto: Jordi Àvila
El famoso coulant de avellana de Brunyola / Foto: Jordi Àvila

Además del espacio interior, Can Cordons cuenta con una terraza acogedora que abre las noches de los fines de semana, ofreciendo un ecosistema ideal por prolongar la velada en un ambiente tranquilo y agradable. Can Cordons es una opción destacada para aquellos que buscan disfrutar de la cocina catalana en un entorno histórico y acogedor, con un servicio agradable y próximo y profesional que hace que los clientes quieran repetir la experiencia (¡y el coulant de avellana!).

Restaurando Casa Cordones masía catalana / Foto: Jordi Àvila
El exterior de la masía de tres siglos Can Cordons / Foto: Jordi Àvila

¡Bienvenidos a la mesa, donde la tradición, la calidad, la innovación y la hospitalidad son las principales premisas de este sublime espacio!