El plato más bueno no es el más complicado, sino el que está mejor cocinado dentro de su sencillez. Con este eslogan se presenta el restaurante Can Roca de Esponellà, todo un referente de la historia gastronómica del Pla de l'Estany, que ofrece los platos tradicionales de la cocina catalana. Hasta allí se desplaza nuestro corresponsal a las regiones gerundenses, el asesor gastronómico Jordi Àvila, para descubrirnos todos los detalles de esta maravilla gourmet con más de cien años de historia.


El restaurante Can Roca de Esponellà ofrece su cocina desde antes del año 1910. Antiguo hostal de pueblo, situado al pie de la carretera que une Banyoles y Figueres, carros y viajeros hacían parada y 'fonda'. Actualmente, el restaurante, totalmente adaptado a los nuevos tiempos, ofrece la hospitalidad de los que viven en un lugar pequeño y una cocina que mantiene la esencia de los platos de la abuela. Hoy este restaurante centenario, que es un referente de la historia gastronómica de la zona, está en manos de la cuarta generación de cocineras de la familia Roca.

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El secreto ibérico con patatas paja / Foto: Jordi Àvila

La oferta se basa en platos populares de la cocina catalana con puntuales aportaciones de recetas adaptadas a la cocina moderna. Podríamos decir que son recetas autóctonas tradicionales, que utilizan básicamente productos de la tierra y característicos de la comarca del Pla de l'Estany: calabazas de Esponellà, miel de Crespià, ajos de Cornellà del Terri, fríjoles de Banyoles, etc. Todos estos productos elaborados con la máxima que se mencionaba al inicio de este texto.

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Un arroz de montaña sensacional en Can Roca / Foto: Jordi Àvila

Los platos que prueba Jordi durante su visita son de auténtica delicatessen. El pollo de payés con ciruelas, pasas, higos (15,50 €), el secreto ibérico con salsa de Oporto y patatas paja (14,50 €), las albóndigas de pollo con gambas (14,50 €) o el arroz de montaña con sepia, costillar, salchichas y setas (17,00 €).

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Pollo de campesino / Foto: Jordi Àvila

Con respecto a los postres, destacan la piña colada de Can Roca y la tarta Tatin de manzana golden, crema de leche y nata (5,85 €).

Es fácil vislumbrar que durante tantos años hayan pasado por el restaurante innumerables personajes populares y anónimos amantes de la cocina sencilla y de la cocina casera portada en el restaurante. Salvador Dalí, por ejemplo, frecuentaba Can Roca de Esponellà. Debió ser durante los años cincuenta, cuando debieron comer tortillas —de calabacín, de espárragos de margen, de butifarra negra y a buen seguro de patata y cebolla— para no desdecir la fijación daliniana por los huevos. Detrás harían pasar un plato de caza, perdiz en la col o civet de liebre, mientras perfilaban la ilustración de Balada del sabater d’Ordis.

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Tarta Tatin de manzana golden, crema de leche y nata / Foto: Jordi Àvila

Josep Pla escribió: "Conozco mucho Esponellà. Contribuí a popularizar el restaurante de Esponellà —excelente por las piezas de caza que sirven, por las verduras, etc.—, me habría gustado vivir una temporada en Esponellà... desde el hostal de Esponellà he hecho muchas caminatas...". Josep Pla, notas diversas. O.C., vol. 12, Ediciones Destino.

Ciento catorce años después, los platos estrella de la casa son los canelones, la tortilla de patata y cebolla, la perdiz a la col, la liebre estofada y los asados a la cocina de leña. Más allá de los platos de carta, puedes optar por hacer el menú tradicional, una selección de los mejores platos de la casa, el menú especial, el menú picoteo o el pequeño menú. ¡Con un trato y un servicio muy amables, la visita a Can Roca será centenaria con aromas históricos y sabores deliciosos!