Tiene un encanto especial. Siempre es una buena pensada visitar la ciudad de Girona y pasear por estas preciosas calles. Es especialmente atractivo el Barri Vell, con estos callejones estrechos, este olor medieval y esta piedra y rústica ideal para hacer fotos y pasar un día romántico con la pareja, familia o amigos. Claro está, hacer un helado o unos exquisitos churros con chocolate. Pero también hay rincones desconocidos con una excelente gastronomía gerundense dispuesta a maravillar todos aquellos paladares que deciden probar suerte.


Más que probar suerte, si abres las puertas del restaurante Casa Urreta la suerte está asegurada. Tras este nombre, que proviene de los orígenes familiares del chef Jordi Gallego Urreta, su abuelo con sus padres le pusieron Jordi y la generación actual apuesta por Urreta “para agradecer todo su apoyo y homenajear a los que le han enseñado a seguir sus metas y no rendirse nunca”.

Casa Urreta / Foto: Jordi Àvila
Pastel de calçots con salsa romesco para dar el pistoletazo de salida al menú / Foto: Jordi Àvila

Casa Urreta ofrece los mejores ingredientes para cada momento buscando siempre productos de proximidad y de temporada y sobre todo poniendo mucho de amor, afecto y dedicación, “una cosa imprescindible por transmitir nuestra identidad y la intensidad de los sabores en nuestros platos para los clientes”, explican.

Casa Urreta / Foto: Jordi Àvila
Nunca pueden faltar unos buñuelos de bacalao / Foto: Jordi Àvila

Gallego, con una gran trayectoria profesional, junto con su mujer Toñi Molina da Silva, forman un buen equipo donde ella se encarga de la gestión del local y sala, comparten ideas, proyectos… y siempre cuentan con el otro para todo.

Casa Urreta / Foto: Jordi Àvila
El comedor rústico de Casa Urreta / Foto: Jordi Àvila

Entre semana, de lunes a viernes, aparte de la carta, ofrecen un menú de mediodía por 30 € que incluye: un aperitivo, tres entrantes y un plato a escoger; arroz, pescado o carne y postres a escoger. Bebidas aparte. El menú degustación de 60 €, previo pedido, varía según los productos de temporada y mercado.

Casa Urreta / Foto: Jordi Àvila
Alcachofa a la brasa con jamón ibérico / Foto: Jordi Àvila

Jordi se ha criado entre fogones en el restaurante de sus padres, se formó en la escuela Bell Arte de Barcelona y enseguida empezó su carrera profesional recurriendo infinidad de lugares: desde restaurantes de comida casera, hasta restaurantes gastronómicos donde siguió aprendiendo. El cocinero empezó como empresario emprendedor en el Café Restaurante Neptú en Girona y después de once años da un paso más allá para crear Casa Urreta, con mucho esfuerzo e ilusión donde Jordi todavía exprime sus ideas en los platos con el objetivo de seguir demostrando todo su talento gastronómico.

Casa Urreta / Foto: Jordi Àvila
La galete de atún / Foto: Jordi Àvila

Menos charlatán y nos entablamos para empezar la degustación de un menú impresionante con el pastel de calçots con salsa romesco que es un preludio de una auténtica receta emblemática de Catalunya y perfecta para este mes de abril, los buñuelos de bacalao con mayonesa de ajo negro. Aviso para navegantes con el talentoso atún madurado con los encurtidos de Jordi Gallego. No abandonemos la temporada para hacer un bocado a la alcachofa a la brasa con jamón ibérico y en el tocino con emulsión de ajo y hierbas aromáticas.

Casa Urreta / Foto: Jordi Àvila
Filete de ciervo con abigarrada de frutos rojos / Foto: Jordi Àvila

Unos platos que tenemos la suerte de probar mientras estamos rodeados de un ambiente acogedor, íntimo y tranquilo donde disfrutar de la comida con todos los sentidos. Razón no les falta, ya que el local, con su encanto típico gerundense, cuenta con piedra de origen y una terraza en una placita en el Barri Vell.

Casa Urreta / Foto: Jordi Àvila
Mejilla de jabalí con colmenillas / Foto: Jordi Àvila

Continuamos con el menú con la galete de atún con salsas orientales. Llega ahora uno de los clásicos de la casa, el impresionante filete de ciervo con abigarrada de frutos rojos y, a continuación, la mejilla de jabalí con colmenillas. Una cremosidad y un mundo de dimensiones sensoriales infinito. Lo rematamos con dos postres: el pastel de queso Casa Urreta y el granizado de hierbas aromáticas, helado de yogur y chocolate blanco.

Casa Urreta / Foto: Jordi Àvila
Pastel de queso de Casa Urreta / Foto: Jordi Àvila

Platos creados con buen producto, técnica y cocciones a baja temperatura. Así conservan sus propios jugos y texturas muy tiernas y melosas, que acompañan bestiales platos clásicos con un toque autor. Añaden que uno de los objetivos es no tapar el sabor del producto con salsas o demasiados condimentos.