Últimos días para cerrar la carpeta de la primavera y las colas en la autopista dirección Girona los viernes por la tarde anuncian la inminente llegada del verano. Delante de un fin de semana que apunta a ser caluroso, toca empezar las recomendaciones fabulosas de la Costa Brava desde donde disfrutar de excelentes comidas. El asesor gastronómico y corresponsal en las tierras gerundenses, Jordi Àvila, nos presenta un lugar idílico, con unas vistas panorámicas del Mediterráneo y una cocina de altos vuelos para cautivar los ojos y los paladares de todos aquellos que se dejen caer.

 

Restaurant Almadraba: vistas y platos encantadores

La brisa marina te acaricia las aristas faciales mientras degustas una gran propuesta culinaria como el canelón de pollo y marisco u otros platos que reivindican los pescados. Con reconocimientos en la Guía Michelin y en la Guía Sol Repsol, tras los fogones hay las manos del chef Jaume Subirós.

El cocinero Jaume Subirós tras los fogones del Almadraba / Foto: Jordi Àvila

La esencia es la cocina de mercado y el pescado, todo un referente a la Costa Brava. Es el restaurante de referencia del hotel con una cocina basada en el producto local, de temporada, de mercado y de primera calidad. Y, por encima de todo, se tienen que destacar y reseñar las elaboraciones de pescado, especialmente el atún Almadraba. Tal como estableció el chef y fundador, Josep Mercader, se sigue la misma línea de tradición y de innovación con un servicio personalizado, con la preparación de elaboraciones ante los comensales.

El espectacular canelón de pollo y marisco / Foto: Jordi Àvila

Dos alternativas en el mismo espacio

Dentro del Hotel Almadraba, hay un segundo restaurante que es el Almadraba Bites que se fundamenta en el homenaje a la tradición, la cultura, los productos, las elaboraciones caseras y a la entidad catalana. En definitiva, una cocina más popular y divertida que ofrece una carta basada en productos locales del mar y de la tierra, con platos de la cultura gastronómica catalana mediterránea.

Rigatoni Almadraba / Foto: Jordi Àvila

Por otra parte, la tercera y última propuesta es el Almadraba Snack Grill, un espacio complementario en los anteriores donde disfrutar de la nueva oferta gastronómica con platos ligeros, saludables y refrescantes de arroces, pescados y carnes en la parrilla mientras te seduce, eso sí, la brisa y las vistas en el mar. Un bar que, por cierto, está abierto cada día de la temporada, que se extiende desde abril y hasta la segunda semana de octubre.

Platos de altos vuelos

El chef actual, Jaume Subirós, es también el yerno de Josep Mercader. Desde una pequeña empresa familiar con ambiciones humildes, Josep Mercader revolucionó la cocina catalana con la creación de una escuela. Creció una tradición sincera y exigente de hospitalidad y gastronomía. Actualmente, primero su yerno Jaume Subirós y, después, sus nietos, han tomado el relevo de esta cocina tradicional que no dejarán indiferentes los paladares más exigentes.

Lubina de Cadaqués / Foto: Jordi Àvila

El jamón de mar, ventresca de atún (35,70 €) o el atún tomate en crudo (17,70 €) son los dos primeros ejemplos de la importancia de la cocina marítima y toda la fauna de peces que abren un abanico de opciones magistrales en los fogones. Hemos hablado antes, pero hay que volver a mencionarlo con su cremosidad y presentación exquisita del canelón de pollo y marisco (19,40 €) o los aclamados rigatoni Almadraba (24,60 €), uno de los platos más pedidos entre los comensales.

Postres clásicos / Foto: Jordi Àvila

Y antes de adentrarnos en los postres una última oda al pescado con la despampanante lubina de Cadaqués a las hierbas Almadraba (33,60 €), la ejemplificación de la importancia del mar y el producto local. Finalmente, los postres clásicos, pero la mar de ricos, con los pasteles de nuestro carret: tarta Tatin (12,60 €) y el pastel de queso y frambuesas (12,60 €).