El verano es el mejor momento del año para disfrutar de una comida relajada con la familia o los amigos en un buen restaurante de Catalunya. Las destinaciones turísticas más habituales son la Costa Brava, los Pirineos o la Costa Dorada, pero en Barcelona también hay restaurantes que abren en julio para los catalanes que se queden en la ciudad. Estos son los 5 restaurantes de moda en Barcelona para cenar de maravilla en julio.

Jiribilla

Jiribilla es un restaurante joven, con solo unos meses de vida, que abrió puertas a finales del año pasado; un lugar donde se come mucho mejor que en algunos locales consolidados de la ciudad. Una opción a tener en cuenta a la hora de escoger dónde comer si te mueves por Sant Antoni y una apuesta segura si quieres sorprender a alguien llevándolo a cenar a algún lugar especial. Calidad de primera, producto de proximidad y cocina de excelencia, todo a un precio contenido. Un sitio donde puedes comer bien por 60 € con el sello de calidad de un chef de primer nivel. Gerard Bellver es un cocinero que ha vivido mucho tiempo en México y que ahora, con todo el aprendizaje de aquella etapa, inicia un proyecto de cocina mexicana con producto de mercado en el corazón del barrio de Sant Antoni.

Ejotes con huevo / Foto Cedida
Ejotes con huevo del restaurante Jiribilla. / Foto: Cedida

Little Andaman

Little Andaman es el hermano pequeño de Bembi y Rangoli. Los tres son restaurantes indios de Barcelona con una particularidad que los hace únicos: en Bembi hacen la cocina más tradicional: en Rangoli, cocina de calle; y en Little Andaman se hacen platos típicos de las regiones de costa indias. Situado en la calle Muntaner 182, es el local más nuevo de los tres y el que tiene la oferta más singular. En Little Andaman se come muy bien, con un trato amable, cercano y profesional. Cada plato es una explosión de sabor y el local invita a relajarse y disfrutar de un buen rato con la mejor compañía.

Flash Flash

Los restaurantes especializados en tortillas no son muy habituales, pero los que hay, son excelentes. Uno de estos locales es Flash Flash, con una carta que engloba los básicos para picar, ensaladas, hamburguesas y arroces, pero con las decenas y decenas de tortillas como gran reclamo. Tortilla de morcilla de arroz de Burgos; tortilla capuchina con cebolla, puntas de espárragos, pan frito; o, por ejemplo, tortilla a la paisana con cebolla, pimiento, tomate, guisantes, judía verde, patatas. Estas son solo tres opciones de la cincuentena que tienen a la carta.

Batea

Ubicado en el corazón de la ciudad de Barcelona, Batea muestra un recetario que bascula entre la tradición y la interpretación, partiendo del punto común de la materia prima, y este dato, por sí mismo, ya es toda una declaración de principios para postularse como un referente de la marisquería moderna. Ayuda al ticket medio, que ronda los 55 € y la oferta de coctelería que firma Marta Morales con hits como el Negroni Galego-mediterráneo, con ginebra, vermú, Campari y pepino. Un sitio excelente para disfrutar del mejor marisco de la ciudad.

Pötstot

El restaurante Pötstot es un nuevo concepto de cocina inclusiva capaz de sentar en la misma mesa comensales con diferentes sensibilidades alimentarias. Una propuesta donde todo el mundo puede comer de todo: sin gluten y, además, vegano. De aquí viene su nombre, 'puedes (con) todo', un eslogan de verdad que pretende romper barreras, estigmas y estereotipos gastronómicos. Con garantía total de ausencia de trazas, porque aquí el local no pisa nada que pueda contener gluten ni que sea de origen animal. Un establecimiento de cocina purista gluten free, sin proteína animal y, por lo tanto, sin lactosa. Una propuesta que faltaba en la ciudad, con un concepto culinario que si a primera vista puede parecer obvio, resulta que no lo es tanto.