Ya sea porque tu objetivo es mantener una alimentación equilibrada como el querer perder peso, esos momentos entre horas en los que la necesidad de meterte algo en la boca nubla tu mente y te impide pensar en cualquier otra cosa son el gran desafío de tu día a día. Una lucha casi constante que siempre termina con un sentimiento de culpa. Tanto por haber fallado a ese plan tan exhaustivo que te has marcado, como por el hecho de que, seguramente, ese picoteo ha sido de todo menos saludable e incluía varios ingredientes que horas antes te habías prohibido. Pero ¿por qué necesitamos picar entre horas?
7 alimentos saludables para comer entre horas
La primera razón de la lista es el hambre, pero no siempre es el motivo principal. En el primer puesto (en la inmensa mayoría de las veces) encontramos el aburrimiento. Así de simple y de tonto. Comemos para mantenernos ocupados, por hacer algo y también para combatir el estrés. Curiosamente, comiendo nos sentimos tan productivos como trabajando. Por otro lado, está el componente social. Esos momentos en los que nos vemos “obligados” a picotear. En todos y cada uno de estos casos hay una solución que puede ser saludable y apetecible a la vez. Aquí van 7 ideas para tus picoteos de toda la semana.
1. Frutas y verduras
Son la mejor opción, la de libro de nutricionista y con la que más orgulloso te sientes cuando lo logras. Pero, por algún motivo, también es la que suena más a castigo. Para evitar esto intenta variar, que no sea siempre una manzana. Hoy puede ser una pera, mañana unas uvas (si las pruebas sin pepitas no podrás volver a las normales), un plátano que aporta mucha energía. Y siguiendo con el mundo “verde” ¿te animas con unas verduras crudas? Unos palitos de zanahoria con un poco de hummus es un lujo bajo en calorías y rico en nutrientes. Y todo lo venden preparado listo para consumir. No es lo más sostenible, pero eso ya es para subir de nivel.
2. Zumos o smoothies
La fruta te aburre y no hay manera de darle la vuelta. Prueba los zumos y agrega otros ingredientes como leche vegetal y chía para que sean más nutritivos y saciantes. Sus colores y texturas ya ayudan a que te entren por los ojos.
3. Frutos secos
Almendras, nueces, avellanas, pistachos, anacardos… todos ellos son ricos en nutrientes y grasas saludables. Son un chute de energía muy sabroso y puedes llevarlos siempre contigo. Eso sí, para no sumar demasiadas calorías hay que controlar la cantidad y apostar por la versión cruda o tostada. Nada de frita y con sal.
4. Yogur
Si esto también te pone triste, dale un poco de alegría. Un yogur natural admite multitud de compañeros como un poco de muesli crujiente (los hay con chocolate negro incluido), algunas frutas (incluso congeladas quedan genial) o frutos secos. En esos días en los que necesitas algo dulce para poner luz a un día gris, puedes añadir tu mermelada preferida.
5. Palomitas
Pasamos al lado salado. El único requisito es que sean caseras para así poder controlar el tipo de grasa y su cantidad, así como la sal que le añades. Realmente, cocinar palomitas es sencillísimo. Necesitas una sopera plana para la que tengas tapa, un poco de aceite de oliva, añades el maíz y tapas corriendo. En unos segundos empezará la fiesta.
6. Encurtidos
Aceitunas, cebolletas o pepinillos son una opción excelente. Además, si están fuertes de vinagre son más saciantes. Solo debes tener cuidado si estás llevando una dieta baja en sal. Por lo demás, que te aproveche esa banderilla.
7. Tostada de queso fresco
Es la más elaborada y estaría destinada a esos momentos en los que de verdad es hambre física y no emocional. Con una tostada de pan integral será un tentempié contundente, nutritivo y bien rico.
Un extra. Como no todos esos antojos entre horas se corresponden con una falta de alimentos, prueba con las infusiones. Contra el hambre emocional funcionan de maravilla. Escoge algunas con sabores más exóticos y dulces y te sentirás más saciado. El rooibos con canela está delicioso y no necesitas añadir azúcar.