Las vacaciones y el verano están llegando al final y eso es sinónimo de volver a hacerse el táper para ir al trabajo. Es una de las cosas que apetece menos. Tener que pasar horas en la cocina preparando comidas y pasando calor cocinando. Eso hace que, con frecuencia, relajamos nuestros buenos hábitos y aprovechamos para acogernos a la opción de comidas rápidas, precocinados o que comemos cualquier cosa para salir del paso. Por esta razón, te traemos una lista con 7 consejos para aprender a hacerse un tupperware saludable tanto para el verano como para el resto del año.
7 consejos para aprender a hacerse un tupperware saludable
1. Tiene que ser suficiente, variado y satisfactorio
Cuando nos ponemos a preparar el tupperware corremos 3 riesgos básicos: que nos pasamos o quedamos cortos de cantidades; que por comodidad, acabamos comiendo dos o tres días lo mismo; y que priorizamos comidas fáciles, y olvidamos que también tenemos que buscar disfrutar comiéndolos. Tener presente el mantra del buen tupperware a la hora de prepararlo, te ayudará a recordar que lo que prepares tiene que ser suficiente para tu complexión y tu nivel de actividad física, y variado y satisfactorio, a fin de que te apetezca comerlo.
2. Recuerda la regla del 50/25/25
Para considerarse equilibrado, el tupperware tiene que estar distribuido de la siguiente manera: un 50% tienen que ser verduras y hortalizas (bróculi, calabaza, espinacas...), un 25% de cereales integrales y tubérculos (además de la patata, tenemos la quinua, el maíz tierno, el cuscús...), y un 25% tienen que ser proteínas (las legumbres, el pescado o la carne de ave son ideales).
3. Planifica para no aburrirte
Hacerse un calendario cada semana, ayuda a simplificar el trabajo y a ser más operativos, incluso, a la hora de comprar lo que necesitaremos para la semana. Así podrás cumplir el mantra del buen tupperware, y asegurarte de que no eres demasiado repetitiva en la preparación de tus comidas.
4. Escoge un buen recipiente
No todos los envases son aptos para transportar comida o calentarlo. El vidrio es la mejor opción, pero es cierto que es más pesado. Si te decantas por el plástico, asegúrate de que tiene estos los dos símbolos homologados permitidos para ser calentado.
5. Respeta la cadena de frío
Para empezar, no lo cierres del todo hasta que no esté frío, ni lo metas en la nevera antes de tiempo. Si lo tienes que congelar, apunta la fecha de preparación. Recuerda también que hay alimentos como el pescado crudo o la mayonesa hecha en casa que tienen riesgo microbiológico, por lo cual mejor evítalos a la hora de prepararte el tupperware. Además, si el tupperware estará más de una hora sin refrigeración, lo mejor es transportarlo en recipientes aislantes, que mantengan en la medida del posible la cadena de frío.
6. Crea tu propia bebida fresca y olvida los azúcares
Las infusiones o el agua saborizada son muy fáciles de hacer en casa y nos permiten hidratarnos sin caer en el azúcar o en las bebidas con gas. Solo tienes que escoger la base que quieras (agua o tu infusión preferida) y combinarla con las frutas deseadas, para crear tu receta personal. Recuerda: el zumo|jugo no cuenta, porque al exprimir la fruta perdemos la fibra y aumentamos el azúcar.
7. Practica el mindfulness eating
Si quieres disfrutar de tu tupperware como si se tratara de una comida a mesa, intenta dedicarle el tiempo necesario al proceso, tanto de prepararlo como de comerlo. Comer distraídos puede influir en nuestra percepción de saciedad. En los EE.UU., ya hace años que se hace uso del mindfulness eating como medio alternativo para perder peso, evitar las tapizadas por estrés o compulsivas y sobre todo, para disfrutar más plenamente de las comidas. Es un método que nos invita a estar presentes mientras comemos o cocinamos, es sencillo y gratuito; prestar la atención llena en el plato y en la cazuela.