El primer paso para conseguir una receta deliciosa es comprar el mejor producto del mercado. Conviene que sea de calidad, pero sobre todo conviene saber qué ejemplares escoger. Un buen productor de alcachofas de proximidad siempre será mejor que un lineal genérico, pero de entre todas las alcachofas que nos ofrecen los campesinos, hay que saber escoger las mejores. Si eres de los que pica en los melones para saber si son buenos o de los que se fijan en el color de las cerezas para saber si son maduras, tienes que aprender cómo escoger las mejores alcachofas del mercado para acertar siempre que vayas a comprar.

Cómo escoger las mejores alcachofas

La alcachofa es una flor comestible de invierno muy apreciada en todo tipo de preparaciones. Se pueden cocinar a la brasa, en la plancha, con salsa, en conserva, se puede hacer salsa... son una hortaliza excelente que hay que saber aprovechar. Y para conseguir el mejor resultado, hay que tener el mejor producto. Apúntate estos consejos para escoger las mejores alcachofas del mercado la próxima vez que vayas a comprar:

1. Color

Las alcachofas tienen que ser verdes. Cuanto más relucientes, mejor. Una alcachofa fresca acostumbra a tener un color verde uniforme. Cuantas menos marcas de golpes y rasguños tenga la pieza, mejor conservada estará. Ahora bien, si la alcachofa tiene marcas marronáceas o de un color más oscuro en la base, también puede ser señal que ha sufrido frío, un síntoma positivo para el desarrollo de la flor.

La alcachofa es una flor muy apreciada gastronómicamente / Foto: Pexels

2. Forma

La alcachofa tiene que ser firme y rígida. Cuanto más dura sea, mejor. Una alcachofa demasiado madura y flácida tenderá a abrirse. Por lo tanto, como más cerradas y juntas tenga las hojas, mejor calidad tendrá. Lo mejor de la alcachofa está en el interior, y para que el interior se conserve bien, las hojas exteriores tienen que ser rígidas y fuertes.

3. Origen

Antes de mirar el color y la forma, sin embargo, conviene saber de dónde viene la alcachofa que compramos. El origen, como tal, no tiene ninguna repercusión directa en el sabor. Las alcachofas de Tarragona, las de Murcia y las de Argentina son prácticamente iguales. Pero no es lo mismo consumir un producto que se ha cultivado al lado de tu casa y uno que ha tenido que atravesar el Atlántico. Por lo tanto, el origen de un producto tiene mucha importancia a la hora de escoger qué alcachofa comprar.

4. Peso

Si la alcachofa es demasiado ligera para el peso que tiene, puede querer decir que el interior no está en buen estado. Por el contrario, si pesa demasiado, también puede ser síntoma de una mala formación interior. Las alcachofas tienen que pesar lo que toca, ni más ni menos. No hay ninguna fórmula mágica, la única clave es fiarte de tu instinto. Pero antes de comprarla solo por el aspecto, cógela —protegido con un guante— y pálpala, sin estrecharla, para comprobar el peso.

Cuatro consejos sencillos que te ayudarán a escoger la mejor verdura, pero que solo se pueden mejorar con experiencia. Una alcachofa fea puede ser igual de buena que una bonita. La mejor fuente de calidad es la confianza con los productores; una confianza que se consigue con el tiempo y a base de ser fiel a los productores del territorio.