En los últimos años, la cocina asiática se ha convertido en una tendencia culinaria al alza. Por toda Barcelona proliferan los buffets de sushi, los restaurantes chinos y, siguiendo la última moda gastronómica, las barbacoas coreanas. No obstante, la capital catalana concentra gran parte de la diáspora filipina que llega al Estado español, y la comida de este pequeño país del sudeste asiático no tiene nada que envidiar de sus análogos más populares. Desde La Gourmeteria internacional queremos introducir los platos más típicos del archipiélago y ofrecer una selección de los mejores restaurantes filipinos de la ciudad.
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¿Qué hay de ulam?
En la cultura filipina, a la hora de sentarse a la mesa, uno no pregunta “¿Qué hay para comer?”, sino “¿Qué hay de ulam?”. Ulam en tagálog significa “aquello que acompaña el arroz”, normalmente carne o pescado, ya que este cereal es la base de cada comida. Ocasionalmente, también se puede escuchar entre los comensales la frase “¿Quieres sabaw?”, refiriéndose al caldo – normalmente de verduras – que se echa sobre el arroz para hacerlo más caldoso. Kathy Mendoza, filipina afincada en Barcelona, recomienda el lechón kawali (panza de cerdo crujiente) con bagoóng, una salsa de pescado fermentada, o el pancit, un salteado de verduras con fideos de arroz que habitualmente se sirve con calamansi, un cítrico que recuerda a una lima en miniatura.
En las casas filipinas no se suele comer mucho postre – a no ser que se trate de una ocasión especial - y los dulces más típicos, como el halo halo, el leche flan o el puto, se suelen comer entre horas. Mendoza, aunque su dulce favorito es el leche flan (en cuya elaboración se utilizan más huevos, quedando significativamente más denso que uno de nuestra casa), el postre que come con más gusto es el halo halo, una preparación a base de leche evaporada y hielo triturado que se adereza con frijoles, lanka, ube, gelatina, ralladura de coco y plátano acompañado con helado y/o flan, porque, según confiesa, tiene un elemento de nostalgia.
Restaurantes recomendados por la diáspora filipina
Roberto Averión, cocinero de origen filipino, recomienda el adobo y el dinuguan como platos a probar; son, coincidentemente, las comidas que más disfruta cocinando. El adobo es un estofado típicamente a base de pollo, mientras que el dinuguan se puede definir como un análogo, pero la base es de cerdo. Lo que más suele agradar al paladar europeo, en su opinión, es el pancit y los rollitos de primavera de Filipinas, los lumpiang shanghai.
🍴 Los hermanos
Kathy Mendoza y Roberto Averión frecuentan Los hermanos, considerado por muchos el mejor restaurante filipino de Barcelona. Su nilaga, un caldo que puede ser de pollo o de ternera, es uno de los platos más auténticos del lugar, que el comensal puede acompañar con una cerveza autóctona de Filipinas, la Red Horse, que, a pesar de tener un sabor muy ligero, tiene bastante graduación de alcohol y es mejor tomarla en moderación. Otro de los platos que más éxito tienen en Los hermanos es el sisig, elaborado con carne de cerdo y servido con verduras, huevo y calamansí.
Recomendaciones: nilaga, sisig y barbacoa filipina.
📍 Calle de Villarroel, 28, Barcelona.
🍴 Kasarap
Es uno de los más famosos de Barcelona, con opción para pedir a domicilio. El Kasarap, situado en l’Esquerra de l’Eixample, combina la tradición de la cocina filipina con un ambiente moderno europeo. Sus platos combinados destacan en una carta por lo demás muy variada, cuyos platos, además, siguiendo la cultura filipina, se comen con cuchara y tenedor o directamente con las manos.
Recomendaciones: platos combinados, chicken mami y tarta de yuca.
📍 Calle del Consell de Cent, 141, Barcelona.
🍴Pasa-pasa
El Pasa-pasa es uno de los restaurantes filipinos más antiguos de la ciudad condal. Dentro del local hay una zona de karaoke que hace de este establecimiento uno de los lugares que más frecuentan las familias filipinas para organizar celebraciones como bautizos o cumpleaños. Lo que lo hace ideal para estas ocasiones es el buffet libre del que dispone; es uno de los sitios donde poder adentrarse de lleno en la cultura y la tradición filipinas.
Recomendaciones: vivir la experiencia de una fiesta acompañado con conocidos de origen filipino.
📍 Calle del Comte Borrell, 80, Barcelona.
Una curiosidad de la cultura gastronómica filipina es la manera de hacer durante las celebraciones familiares. Tradicionalmente, la comida no se sirve en platos al uso, sino sobre hojas de platanero, que también hacen las veces de mantel. Muchas veces hay una persona, generalmente la responsable de preparar la comida, que se encarga de servir a los invitados una combinación de todos los platos cocinados.